Según informaron fuentes cercanas al Consejo de la Magistratura a DiarioJudicial.com, el consejero que tomaba los test no se dio por enterado que los expedientes repartidos ya tenían la sentencia redactada, lo que causó sorpresa para los futuros jueces que advirtieron del “furcio” al magistrado miembro del jurado quien terminó anulando las mismas.
Algo similar, pero con distinto origen, ocurrió el martes último en La Plata, cuando el Consejo de la Magistratura de la provincia de Buenos Aires anuló los exámenes de dos aspirantes a cubrir juzgados de primera instancia por presunta “copia”. Mediante un comunicado el organismo explicó que había resuelto anular los exámenes de dos aspirantes a jueces de primera instancia en lo civil y comercial, por “haber mantenido contacto entre sí, intercambiando información respecto al contenido de las pruebas”. Ese examen magro fue tomado nuevamente el 22 de marzo pasado.
El Consejo de la Magistratura fundamentó la anulación dado que “hubo infracción a la prohibición a este tipo de práctica tipificada en los reglamentos”. Dicha resolución fue comunicada a la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, al Colegio y Asociaciones de Magistrados de la provincia de Buenos Aires.