24 de Diciembre de 2024
Edición 7118 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 26/12/2024

?La seguridad no pasa solamente por el control de los delitos?

Martín Arias Duval
Subsecretario de Seguridad bonaerense

 
La ola de inseguridad que vive la Argentina tiene su epicentro en la conflictiva provincia de Buenos Aires, la cual muchas veces se afirmó es una especie de termómetro para analizar cuál es la verdadera realidad del país.
Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense y con la llegada del ex camarista León Arslanián, se comenzó a trabajar con el fin de reducir el índice de delitos, pero ese no es el único frente al que se debe responder desde la cartera. La protesta social y la cuestionada policía provincial son otros sectores que merecen atención inmediata.
Para hablar de la seguridad bonaerense Diariojudicial.com se entrevistó con el Subsecretario de Seguridad bonaerense, Martín Arias Duval, quien tiene muy en claro que lo primero que se deberá lograr es que en la gente desaparezca la sensación de miedo, que hoy está omnipresente.
Arias Duval, tiene la certeza de que para prevenir los desmanes en las protestas sociales es necesario trabajar en materia de investigación y prevención, aunque también reconoce que si las cosas se precipitan a veces es necesario que el Estado use el monopolio de la fuerza, siempre respetando los procesos legales y la justicia.
Cree a rajatabla que junto a Arslanián podrán cambiar la imagen de la Policía Bonaerense y tiene el deseo de que los agentes vuelvan a estar orgullosos de pertenecer a la fuerza. Si bien, reconoce la cantidad de secuestros opina que la misma no es tan alarmante, aunque sabe que se debe continuar trabajando para prevenirlos.

Diario Judicial: ¿Cuáles son las prioridades en la agenda del Ministerio de Seguridad provincial?

Martín Arias Duval: La prioridad pasa por tratar de revertir y disminuir el índice delictivo y que esto se traduzca en la reducción de la sensación de inseguridad que en la actualidad vive la gente. No sirve de nada que los números de delitos disminuyan si el termómetro de la calle dice que la sociedad aún tiene temor. Uno tiene un concepto de seguridad mucho más amplio que no pasa solamente por el control de los delitos, ya que se abarcan muchas más áreas que no tiene que ver sólo con lo policial y que entonces deben traducirse en un sentimiento de mayor bienestar de la gente.

DJU: Respecto de la protesta social ¿cómo se está trabajando el tema?

MAD: Lo primero que priorizamos es que no sucedan desbordes y comisiones de delitos. Uno no puede criminalizar, ni reprimir, ni evitar la protesta social ya que muchas veces los reclamos son legítimos. Muchas veces se presentan grupos que aprovechan esos momentos para generar y provocar desmanes, los cuales terminan en delitos, en donde el Estado debe intervenir.

DJU: Tomando como ejemplo lo ocurrido días pasados en la Legislatura porteña, ¿cómo se pueden evitar estos hechos?

MAD: Nosotros, desde la provincia de Buenos Aires trabajamos sobre todo con información antes de que los hechos acontezcan, porque con los datos que recibimos podemos armar un diagnóstico de lo que puede llegar a pasar y cuando se tiene ésta capacidad se puede diagramar con el personal policial un operativo de prevención, el cual pasa primero por la negociación, dado que muchas veces tenemos dirigentes que son tomados como referentes, entonces conversamos. También, funciona la disuasión y finalmente si todo lo anterior falla, el Estado detenta el denominado manejo de la fuerza, como pasa en cualquier país del mundo. Creo que es la última alternativa que se debe usar, por eso se trabaja para evitarla. Y de no quedar otra se implementará siempre dentro de lo legal y permitido para evitar males mayores.

DJU: Entonces, ¿con un trabajo previo de investigación se pudo haber evitado el ataque a la legislatura?

MAD: Hace unos meses tuvimos en la Matanza una movilización muy numerosa, y sabíamos que iban a estar presenten algunos grupos que querían hacer desmanes en la fiscalía. Entonces organizamos un operativo muy importante, con negociadores policiales capacitados, con tareas de disuasión, y por suerte no tuvimos que usar la fuerza, ya que se lograron frenar y evitar, pero de haber sido necesario teníamos todo preparado para usar este último recurso. Existe siempre un protocolo de actuación, el personal policial de cuerpos esta preparado para estos casos, sabe cómo formar, qué equipo llevar y cuánto personal participará. No es algo azaroso y no se improvisa, los agentes saben qué tiene qué hacer y para qué van. Siempre la fuerza es el último recurso.

DJU: ¿Todo esto que detalla se puede decir que falló cuando se produjo la represión que se vivió en el Puente Pueyrredon en el 2002 en donde murieron dos piqueteros?

MAD: Creo que este caso hubo una falta de prevención y algunos excesos por parte del personal policial, que no debería haber estado en el lugar, porque creo que no eran los agentes más aptos para esa situación. Desconozco los detalles puntuales, ya que era otra gestión. Lo que está claro es que uno tiene que saber a quién manda y sobre todo dar órdenes claras y precisas. Cuando un policía recibe en forma clara qué debe hacer sabe qué se debe hacer.

DJU: ¿Se trabaja en forma conjunta con el Poder Judicial?

MAD: Lo que hemos logrado es coordinar acciones con el Poder Judicial, ya que la policía esta para prevenir pero, una vez que el delito se comete la obligación de los agentes es darle intervención a la justicia y quedar subordinada a lo que decida el magistrado interviniente. La relación con el Poder Judicial es buena, pero esto no excluye que existan funcionarios que no estén a la altura de las circunstancias. No es bueno hacer generalizaciones, lo digo porque yo vengo del Poder Judicial, lo mismo que Arslanián. Pero siempre tenemos gente que, remarco, no están a la altura de las situaciones.

DJU: Hace unas semanas Arslanián, afirmó que algunos jueces no son demasiado exhaustivos a la hora de analizar las pruebas en contra de detenidos, por ejemplo en caso de secuestros. ¿Cuál es su opinión?

MAD: Si totalmente, existen casos en donde notamos que los funcionarios actúan a la ligera, pero repito otra vez que no es bueno generalizar. Cuando notamos a algún funcionario que trabaja a la ligera lo denunciamos públicamente y hasta solicitamos, según la falta, el enjuiciamiento de quién sea. Esta es nuestra manera.

DJU: ¿Cómo se ve desde el Ministerio a la Policía de la Provincia de Buenos Aires?

MAD: Arslanian fue muy claro, se tiene que hacer una diferencia entre el malo y el buen policía. Si nosotros no estaríamos convencidos de que hay buenos policías no estaríamos acá, ya que lucharíamos contra los molinos de viento. La policía es una institución fundamental y se tiene que trabajar para recuperarla y para darle el prestigio que supo tener. Para esto es fundamental separar a los agentes malos, y castigarlos.

DJU: ¿Es inmanejable la Bonaerense?

MAD: No, no es inmanejable. Digamos que en estas grandes estructuras, la existencia de un jefe marcocefálico que concentra demasiado poder lejos del territorio, no es bueno y esto genera los fenómenos como el de la llamada maldita policía. Cuando se tiene una estructura bien organizada y el poder esta bien dividido, o están perfectamente divididos los roles y el mando está cerca de la realidad la policía se subordina. Esto no quita que puedan existir excesos y corrupción, pero los que detectamos son separados y castigados.

DJU: ¿Con las medidas que están tomando se lograra cambiar la imagen y la percepción que la gente tiene sobre la Policía bonaerense?

MAD: Estamos convencidos de esto, y que será fundamental la descentralización, se deben buscar respuestas distintas, para realidades distintas. La provincia de Buenos Aires en su territorio tiene muchas aristas, tenemos zona de riqueza que contrastan con otras de pobreza y otras en donde ambas conviven. También lugares muy poblados, y por otro lado campo y pequeñas concentraciones de gente. Por eso a cada lugar se le debe armar una policía acorde, según las necesidades que tenga esa zona. No son lo mismo las necesidades del conurbano que las que se pueden presentar en el interior de la provincia. Por eso, se está trabajando en darle a cada región la cantidad y calidad de efectivos que necesite.

DJU: En los casos de secuestros ¿cuáles son las directivas? ¿Se espera el pedido de la familia o se actúa de oficio?

MAD: La primer directiva que tenemos es priorizar la vida del secuestrado por sobre todas las cosas. Eso es lo que le decimos a los agentes. Le tratamos de dar a las familias toda la contención que sea necesaria, tenemos personal que está especializado en eso. Y sobre la actuación, en general respetamos la decisión de la familia; esto es muy importante, cuando se decide que tomemos intervención actuamos, sino aguardamos. Y destaco que siempre se debe trabajar para cuidar al rehén y a su entorno.

DJU: ¿ Por qué se siguen dando tantos secuestros en la provincia? ¿A las bandas les es fácil operar?

MAD: No creo que les sea fácil. Digamos, no hay grandes bandas que operen en la provincia; sí existen algunas pero la mayoría se fueron desarticulando. Si uno se pone a ver la realidad criminológica bonaerense, puede analizar que la cantidad de secuestros no es alarmante, lo que si lo es, es el tipo de delito. Son hechos traumáticos, hay incertidumbre y los secuestradores son los que manejan la situación. Es un delito aberrante. Que los hay los hay, pero no son los más en la provincia. Estamos muy lejos de los números de otros países, pero no tenemos que dejar de preocuparnos y trabajar para la prevención.

DJU: ¿Cómo se trabaja en materia de prevención de estos ilícitos?

MAD: Hemos fortalecido mucho todo el área de investigaciones, también se desarrolló el sector de inteligencia, y tenemos, desde la actual gestión una Unidad contra del Crimen Organizado. Creamos la misma porque nos dimos cuenta que se podía obtener información de distintas fuentes. Por ejemplo las causas judiciales tienen información rica que muchas veces no es usada, ya que una vez que se detiene a una persona toda la información adicional que estaba en el hecho se perdía en el expediente. Ahora se busca que exista una base de datos unificada, que tenga esa y otra información que pueda colaborar a descubrir hechos. Pretendemos que la información no se pierda y que se use para prevenir y reprimir este tipo de delitos.

DJU: ¿Un ejemplo de este tipo de trabajo es el que se dio cuando se detectó que la familia de Emanuel Ginobili podía ser blanco de un secuestro?

MAD: Nosotros teníamos información, se hizo un trabajo en la zona y esto trascendió. Tenemos muchos delitos que se previenen, pero esto no sale a los medios, no es noticia que se prevenga tal o cual delito. No toma estado público, no interesa, más que nada porque es lo que debería ser. En este tipo de casos tratamos de que la información no trascienda, sino genera más alarma.

DJU: ¿Cree que el Sistema Penitenciario cumple con las funciones de ser un elemento de contención para los reclusos?

MAD: La situación del Servicio Penitenciario es grave, de hecho está intervenido. Y la superpoblación de presos que tenemos en las comisarías es una situación alarmante, y va en contra de la prevención de delitos, porque mucho personal en vez de estar investigando o en la calle tiene que estar cuidando presos una función para la cual no esta preparado. Otro punto a tener en cuenta es que la convivencia del policía con el preso y su visita no es bueno, dado que funciona como una contaminación. El personal pierde lo que tiene que hacer y toma vicios, dado que no está preparado para tales funciones. Esta situación se debe revertir.

DJU: Hace unos días se desató una polémica sobre la cantidad de prófugos que existen en la provincia de Buenos Aires, ya que se hablo primero de 50 mil y luego de 5 mil. ¿Cuál es la verdadera cantidad?

MAD: Nosotros tenemos una base de datos de capturas, la cual es muy vieja. Cada pedido de captura genera un registro, en la actual base figuran 52 mil registros, los cual no significa que existan 52.000 prófugos. Pero igual es grave porque en todas esas oportunidades se falló para poder encontrar a una persona. Ocurre también que a veces se pide la captura de una persona que no está bien determinada, y esto genera un registro; luego si la investigación avanza y se tienen más datos, se hace otro registro. Si una persona tiene más de una causa penal por cada causa se genera uno o varios registros, lo que genera multiplicidad. Así los pedidos se repiten y se suman a los viejos. Lo que tenemos que hacer es depurar la base; tenemos datos desde 1980, y la misma nunca se limpió. Una vez que se haga esto la cantidad bajará. No es lo mismo los pedidos de captura que los prófugos.

DJU: Actualmente ¿la Policía cuenta con los elementos necesarios para poder cumplir con sus tareas?

MAD: Ese fue es un problema histórico, pero aclaremos que muchos comisarios se quejan de que no pueden trabajar porque no tienen medios y esto a veces es verdad y otras no. Hay una falta de medios, somos concientes, pero estamos trabajando para regularizar la situación. El gobierno de la provincia compró y esta entregando 1000 patrulleros, pistolas nuevas, chalecos antibalas y tenemos por otro lado un plan para equipar a la fuerza. En esto caso dependemos de las partidas de la Nación. Creemos que el mismo se cumplirá en un 40 por ciento durante este año y el resto en el 2005.

DJU: ¿Se puede decir que anteriormente no existió un política de planificación para dotar a la fuerza de los elementos necesarios?

MAD: Si, se advierte que no hubo planificación en materia de recursos humanos, de renovación de medios logísticos, sino que se fueron dando siempre en medio de coyunturas y de factores ajenos a la policía. Nosotros tenemos un plan en donde todo esto está incluido.

DJU: ¿También la capacitación?

MAD: Capacitación y entrenamiento permanente. La nueva ley de personal que aún no fue reglamentada prevé que el progreso se dará conforme a distintos parámetros y uno de ellos será la capacitación. Le damos mucha importancia a la capacitación, por ejemplo tenemos un plan para qua existan armeros en las departamentales que en la actualidad no hay o son muy pocos. El armero es quien repara las armas y no puede ser que las fuerza no los tenga en cada departamental.

DJU: ¿Cómo es el sistema actual de entrenamiento del que gozan los policías?

MAD: Hace unas semanas mantuve una reunión con un suboficial y casualmente le pregunte cuánto tiempo hacía que se no entrenaba y me contestó que hacia unos meses que había ido. Entonces le pregunte cuántos tiros había tirado y me contestó que tres tiros. Esto es claro, se tiene que revisar el programa actual y dar los insumos para que puedan disparar más de tres tiros. Un agente que no sabe tirar pone en riesgo su vida y la terceros. Lo que uno pretende que tengan las herramientas para cuidarse y cuidar a la sociedad. Los agentes deben dominar todas las técnicas posibles, para poder cumplir su función de manera correcta y es necesario que se refresquen constantemente esos conocimientos. Queremos que los policías estén orgullosos de ser policías.



leonardo scolpatti / dju
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