“De acuerdo al relevamiento que hacemos todos los meses, a fines de agosto el Archivo contaba con 7.745.735 expedientes”, resaltó Fernández Pinto, quien además destacó que a esta cifra deben sumarse unos 33.688 expedientes provenientes de la Corte Suprema, de quien depende este organismo. De aquí se desprende que, desde que comenzó a funcionar hasta el día de hoy, el máximo tribunal decidió archivar más de 33 mil causas.
Muchos de los expedientes se van destruyendo, luego de un minucioso procedimiento de selección, pero las cifras provistas son preocupantes si se tiene en cuenta que, según el funcionario, que hace más de veinte años está a cargo del Archivo, “la capacidad para archivar está llena” y “hay más de 5 millones de expedientes que están por venir” de cada uno de los juzgados de la Capital Federal.
Los expedientes que recibe el Archivo provienen de los distintos juzgados de cada uno de los fueros. Antes de salir de la órbita del juzgado, sus empleados deben poner el expediente en condiciones de ser archivado. Por lo visto, los criterios utilizados para realizar esta tarea no son siempre los mismos, y esto ocasiona varios trastornos a la hora de ingresarlos al Archivo. Para ello hay un grupo de personas que se dedican a diario a esta tarea específica.
Fernández Pinto, a pesar de ser muy cauto, admitió a este medio que el Archivo no tiene los recursos inmobiliarios, ni técnicos ni humanos indispensables para cumplir con su tarea. Según las cifras actuales, este organismo tiene actualmente alrededor de 170 personas trabajando, ya que muchas vacantes no están llenas. Según Fernández Pinto, este personal es insuficiente y más aún si se tiene en cuenta que están en condiciones de ingresar otros 5 millones de expedientes.
Los recursos técnicos tampoco son los mejores. El último proceso de informatización que pasó por estos pasillos data del año 1996 aproximadamente. Sin embargo, las autoridades destacaron que “cualquier solución que se implemente en este aspecto debe estar integrada al resto del Poder Judicial”. “El archivo no puede ser independiente del Poder Judicial”, agregaron.
En estas condiciones, el Archivo debe cumplir con su función básica: la guarda y la custodia de la documentación judicial. A pesar de ello, el “Archivo no es un mero depósito”, aclara su director.