Se encuentran en una difícil situación judicial, tanto el barco que se encuentra anclado en el Puerto de Buenos Aires como el que explota el juego en el aeropuerto del Neuquén y en la ciudad turística de San Martín de los Andes. Todos se encuentran bajo la óptica del juez Marcelo Aguinsky, empeñado en perseguir a contrabandistas y evasores tributarios. Sobre el nave existe una orden de interdicción o sea que no puede salir de aguas jurisdiccionales argentinas hasta tanto no se resuelva su situación procesal. Es que el barco fue ingresado en calidad de importación temporaria y con ello, sus concesionarios, una empresa española que también monopoliza el juego en ese país, estarían burlando al fisco un pago de $ 10.000.000 según la denuncia de varios diputados del Frepaso. Pero el juez también puso la lupa en las actividades de "Casino Magic" que explota el juego de tragamonedas en el sur. Esa empresa está sospechada de haber cometido el presunto delito de contrabando con el ingreso de esas máquinas y por ello será indagado su máximo directivo. La explotación del juego en la Argentina no sólo está siendo observada atentamente por el organismo de contralor fiscal -la decisión de Aguinsky fue muy bien recibida- sino por la propia DEA norteamericana que entre otros objetivos trata de frenar el lavado de dinero en estas latitudes.
hugo morales / dju
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