Lo determinó el juez federal Jorge Urso, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 8, en autos “Ferrari, León y otros s/infracción ley 23.592” a raíz de la denuncia promovida por el abogado Beltrán María Fos por la posible comisión de delito de discriminación e incitación al odio religioso previsto por la ley antidiscriminatoria (23.592).
Las obras de Ferrari fueron expuestas en diciembre de 2004 en el Centro Cultural Recoleta. La muestra trajo un enorme revuelo y un duro cruce entre el Gobierno de la Ciudad y la Iglesia. De hecho, la denuncia involucraba en la comisión del ilícito a la directora del citado Centro Cultural, Nora Hochbaum, y al secretario de cultura del gobierno, Gustavo López. Ambos fueron beneficiados también por la resolución judicial.
El denunciante había planteado que la muestra retrospectiva del artista "constituía un insulto para la religión católica y para sus fieles devotos", agregando que Ferrari había reafirmado, en los medios periodísticos, el carácter discriminatorio y de fomento del odio religioso de su obra, y que ello había damnificado el “hondo sentido religioso de la comunidad católica”.
La denuncia fue agregada a otros expedientes en trámite ante la justicia federal y ante la justicia de la ciudad por similares motivos. Luego, el juez ordenó una serie de medidas probatorias, las que describe luego en su resolución. Entre ellas hay un escrito del titular del INADI, de diciembre de 2004, donde se desestima una denuncia presentada contra Ferrari en dicho organismo.
Sin embargo, el magistrado destacó que "la libertad de expresión es uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad democrática” y que la misma “comprende la posibilidad de manifestar ideas a través del arte, como sucede en el caso de la muestra de León Ferrari llevada a cabo en el Centro Cultural Recoleta, de esta ciudad".
Urso aseguró, además, que “el arte, en todas sus formas origina todo tipo de críticas y reacciones, pero de ninguna manera se puede considerar que la exposición del artista plástico fuera ofensiva a la esencia de los contenidos básicos de la fe, la religión católica, apostólica y romana, y perjudicial para el pleno ejercicio del derecho de todo ciudadano de profesar libremente su culto", como sostuvieran algunos denunciantes.
Por otra parte, el magistrado destacó que una muestra artística “
en nada afecta el derecho de cada persona a escoger sus creencias religiosas”, puesto que “a nadie se lo obliga a aceptar una creencia, idea u opinión". En este sentido, remarcó que en el Centro Cultural Recoleta -donde se realizó la exposición- se colocaron carteles en los que se advertía sobre los efectos que podrían provocar en el espectador las obras expuestas. Con estos argumentos, Urso sobreseyó a Ferrari y a los demás involucrados.
La exposición "León Ferrari, retrospectiva 1954-2004" se inauguró el 30 de noviembre de 2004 y fue cerrada preventivamente el 17 de diciembre, al hacer lugar a un amparo interpuesto por la Asociación Católica Cristo Sacerdote. El 28 de diciembre, la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteña revocó esa medida cautelar y permitió la reapertura de la exposición, lo que ocurrió el 4 de enero. La exposición se extendió hasta el 29 de ese mes, cuando anticipadamente Ferrari decidió darla por terminada.
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