Hasta ahora, la jueza no había querido formular precisiones sobre las declaraciones de Michael Townley -ex doble agente de la DINA (desaparecida Central de Inteligencia de Chile) y de la CIA americana- quien reconoció ser el autor material del asesinato del ex militar chileno. Pero por presiones de Sophía y Angélica Prats -hijas del ex jefe chileno asesinado- esos testimonios tomaron estado público a través de la prensa de Santiago. Servini de Cubría había guardado bajo 7 llaves, el testimonio de Townley que le consiguió arrancar en Washington en noviembre último cuando se comprometió con Janet Reno a no revelar lo dicho por el ex espía.
Prats, quien se asiló en Argentina en 1973 tras el golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet, murió junto a su esposa Sofía Cuthbert en un atentado con explosivos en el barrio de Palermo, el 30 de septiembre de 1974. Las pistas y pruebas recopiladas hasta ahora conducen a responsabilizar del doble asesinato a la policía secreta del régimen del ex dictador chileno, la Dirección de Información Nacional (DINA), que estaba a cargo del general Manuel Contreras, actualmente en prisión.
Entre otras precisiones, Servini de Cubría dijo lo siguiente:
“# Estoy esperando que Pinochet designe abogado aunque primero tiene que llegar el exhorto que se le envió a Chile y luego de ahí tengo cinco días y después puedo resolver.
# La confesión de Townley no trae nada sustancial que venga a aclarar lo que hay en la causa. Tenemos más de 200 declaraciones y 50 exhortos enviados a distintas partes del mundo.
# Siento mucho no poder decir algo, pero estoy dentro del pacto de confidencialidad que firmé con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En noviembre pasado, la jueza interrogó a Townley que se encuentra bajo el "status" de testigo protegido del Gobierno americano por haber colaborado con la investigación del ex canciller chileno, Orlando Letelier, ocurrido en los Estados Unidos junto a su secretaria Ronnie Moffit. Estos crímenes también fueron atribuidos a la DINA al igual que el atentado en Roma del ex vicepresidente de Salvador Allende, el democristiano Bernardo Leigthon.
Servini también en Chile en diciembre pasado, interrogando al ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, y al brigadier retirado Pedro Espinoza, involucrado en el hecho. El interrogatorio se efectuó en el penal especial de Punta Peuco, ubicado cerca de Santiago, donde Contreras cumple una condena de siete años de cárcel por el asesinato de Letelier. Este atentado congeló las relaciones del ex presidente Jimmy Carter con Pinochet y comenzó una fuerte campaña por los Derechos Humanos pese a que la CIA está sospechada de haber participado del golpe de Estado de 1973 contra Allende y en los asesinatos contra los enemigos políticos del régimen militar trasandino.
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