El representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Alfredo Vítolo, se reunió con el Ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra la semana pasada, para tratar el tema de la Seguridad en los Tribunales, tal como se había comprometido ante el cuerpo luego que sus integrantes expresaran su solidaridad “activa” con los jueces de instrucción Alberto Baños y Wilma López, que investigan la presunta participación de efectivos del Servicio Penitenciario Federal en hechos delictivos.
“Hay posibilidades que el Ministerio de Justicia provea fondos para instalar el control de metales y de correspondencia” en el Palacio de Tribunales, confirmó Vítolo en diálogo telefónico con Diariojudicial.com.
En ese sentido, estimó que “se debe extender la vigilancia en juzgados penales en horarios de la tarde y prevenir con todos los mecanismos necesarios”, tarea que “se va a conversar con la Corte Suprema y la Comisaría que tiene a cargo la seguridad del edificio”. “Sería bueno aplicar todos los mecanismos posibles”, afirmó Vítolo.
“La Corte brindará total colaboración, y el tema presupuestario está en conversación”, explicó ante una consulta puntual acerca de los fondos requeridos para implementar esas medidas, y en ese sentido recordó que la administración de los fondos está en manos del Consejo.
Vitolo confirmó, además, que, mañana, la Comisión de Administración convocará a los comisarios del Palacio de Justicia de Tribunales para tratar el tema de la Seguridad, y entre otros temas tratarán que se aumente el personal para mantener la mayor seguridad posible, al igual que implementar las custodias en las puertas en los tribunales de Talcahuano.
El viernes a ultima hora, el Plenario de la Cámara del Crimen de esta capital le expresó a la Corte Suprema de Justicia "la seria inquietud" de ese tribunal a raíz de las amenazas recibidas por dos jueces y dos secretarios de ese fuero, y le requirió "se adopten las medidas de prevención y custodia imprescindibles para conjurar el riesgo del caso".
Durante una reunión de acuerdo, los camaristas hicieron propia la preocupación de los jueces y secretarios del fuero criminal de Instrucción, por lo que consideraron como "graves e inéditas amenazas de muerte".
En ese sentido expresaron que los hechos denunciados resultan "de tal gravedad que llevan al Tribunal a expresar su mas extrema preocupación por el modo en que pueda verse afectada la administración de justicia, y por la seguridad de quienes la imparte y de sus colaboradores".
Advierten luego que "esta inquietud no debe entenderse circunscripta a los integrantes de esta cámara ni a los jueces y funcionarios que de ella dependen pues, como resulta obvio, todos los habitantes de la Republica participan en igual medida de la aflicción que conlleva lo ocurrido y de la sensación de inseguridad que importa, por lo que ha de actuarse con la prudencia del caso y de consuno con las autoridades que son competentes, por su jerarquía específica, y las materias involucradas, mas con toda firmeza y decisión preservando la normal actividad de uno de los poderes del Estado".
"Justamente, al tomar conocimiento de los graves acontecimientos denunciados --señala la acordada--, esta Cámara citó a un Acuerdo Plenario a la señora Secretaria y al Subsecretario de Política Penitenciaria del Ministerio de Justicia, quienes brindaron la información del caso".
"Sin perjuicio de ello, por ser este Tribunal el receptor de los problemas funcionales y, además, rector y garante del correcto desenvolvimiento de los señores jueces de instrucción, correccionales, y de menores, como asimismo de todos los funcionarios y agentes que componen esta jurisdicción, habrá de encomendarse especialmente a la Policía Federal que tome de inmediato las medidas de seguridad pertinentes, en tanto recursos de orden material y humano lo permitan, de modo tal que puedan instalarse detectores de metales en los edificios del Poder Judicial que se determine, además de proveer una adecuada instrucción a los custodias de los jueces y personal de guardia, entre otras medidas de similar carácter".
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