"El objetivo es promover los procesos de reforma a los sistemas de Justicia penal, necesarios en todo el mundo, para modernizar la administración de la Justicia y combatir la impunidad", dijo Lander.
La reforma más destacada es la oralidad de los procesos penales para “fortalecer y reformar los sistemas de Justicia penal y procesal penal", explicó Lander. El plan se calcula que tendrá un lapso de 3 años y comenzó a desarrollarse la semana pasada en Costa Rica.
Allí se reunieron representantes de fiscalías y organismos judiciales de los 10 países latinoamericanos que abarca el proyecto. Esos son: Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela.
El programa se desarrollara a través de jornadas de reflexión y de capacitación para fiscales, jueces, magistrados y defensores públicos sobre las reformas a los sistemas de Justicia penal.