Si el proyecto es aprobado los dueños de perros considerados peligrosos deberán cumplir una amplia cantidad de requisitos para su tenencia. Entre ellas, los canes deberán estar inscritos en un registro público y sus dueños recibirán un carnet que los acredita para su tenencia, crianza y desplazamiento por la vía pública en la cual deberán llevar un bozal y una correa acorde a su peso.
Cuando sean inscriptos los animales, sus dueños deberán firmar un contrato de seguro por los daños que el perro pueda ocasionar a terceros.
También la iniciativa establece que si los perros significan una alta peligrosidad para la sociedad podrán ser sacrificados con métodos indoloros.
Las razas que el proyecto califica como peligrosos son Rottweiler, Pit Bull, Dobermann, Mastín Napolitano, Burdeos, y el Dogo Argentino, entre otras.