Uno de los principales expositores fue Ricardo Lorenzetti, quien coordina a su vez el propio CIJ conjuntamente con Eugenio Zaffaroni, el cual afirmó que “es necesaria una actitud proactiva del Poder Judicial en materia de comunicación”.
Destacó el ministro de la Corte la importancia de la transmisión del contenido de las sentencias a la comunidad, la cual constituye un importante mecanismo democrático, explicando que en ese acto se produce un feedback con la propia sociedad, permitiendo al propio Poder Judicial entender los problemas del pueblo.
Sostuvo que la finalidad comunicacional de la Corte “no pasa sólo porque las decisiones de la justicia sean comprendidas por la sociedad, sino también porque el Poder Judicial interprete los problemas de la comunidad”.
De esta declaración se entiende que la propia herramienta de legitimación de las decisiones judiciales –transparencia argumentativa a través de la comprensión por el ciudadano común- tendría efectos en el propio juez, el cual podría ver desde un aspecto científico los efectos de su razonado fallo.
En el encuentro se realizó un foro de discusión respecto de la mediatización del discurso jurídico, del cual participaron Abel Fleming, presidente de la Federación Argentina de la Magistratura; Miguél Ángel Caminos, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la justicia Nacional; junto a Alberto Balladini, ministro de la Suprema Corte de la Provincia de Río Negro, el cual representó también a la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de las Provincias y la Ciudad Autónoma.
También participaron Alfredo Dato, Presidente del Superior Tribunal de Tucumán; Rolando Ignacio Toledo, juez del Superior Tribunal del Chaco; Ariel Col, integrante del Superior Tribunal de Formosa; Julio Pelizzari, magistrado del Superior Tribunal de La Pampa; y Gustavo Vittori, quien integra la Junta de Directores de Adepa.
Paradójicamente, estuvieron presentes tan sólo un puñado de periodistas, Silvana Boschi de Clarín, María O’Donnell de Radio Mitre y Adrián Ventura de La Nación. Esto marca un punto de contradicción en la estrategia trazada por Lorenzetti ya que por un lado sostiene que el periodista debe tener su lugar como polea de transmisión entre la tarea de los tribunales y la opinión pública, pero en una visión concentrada y elitista, lee que el periodismo se reduce al grupo Clarín y La Nación. Diario Judicial, un medio de fuerte especialización y fuente de muchas de las noticias judiciales que publican esas empresas periodísticas, no fue invitado al encuentro.
Sería bueno que una convocatoria amplia, y haciendo centro en la especialidad del periodismo jurídico, permita suponer que las frases de Lorenzetti son algo más que meras declaraciones voluntaristas.