Jurídica inexpugnable parece ser la que se presenta en el complicado juicio Aeropuertos Argentina (AA 2000) con el Grupo Exxel y el empresario Manuel Korzín. Pero de la
voluminosa documentación que ya existe en el juzgado federal de Carlos Liporaci, surgen indicios de que las modificaciones
en la sociedad CAS (Corporación América Sudamericana SA) armada por Korzín en Panamá, sería impugnada por nulidad a partir de
la información que ya obra en poder del propio juez y del fiscal federal, Eduardo Freiler. Las actas donde supuestamente las decisiones de CAS -sociedad controlante de AA 2000- deberían tomarse por unanimidad y en donde los derechos políticos son transferidos a Korzin, se habrían
constituído varios meses después. Los testimonios del licenciado Owen Saad, integrante del estudio panameño Mossack & Fonseca que armó jurídicamente la sociedad no fueron formulados en sede judicial sino en una escribanía privada. En contraparte los testimonios de otros accionistas del grupo AA 2000 como Amadeo Riva y de otros directivos del grupo; informe de la auditoría internacional de Price Waterhouse Coopers y del ex viceministro de Defensa, Jorge Baeza, habrían surgido pruebas
que mejorarían la posición de Eurnekián quien aportó ante el juzgado la acción original que le otorga a su sociedad Birchtree, el 85 por ciento de CAS y los pagos efectuados al Estado y los aportes de las inversiones realizadas a esa
sociedad. Por otro lado habría quedado demostrado que la decisión final de la oferta por los 33 aeropuertos fue tomada en Milán por el representante del grupo SEA, operadora del
aeropuerto de esa ciudad y de los aeropuertos argentinos, y Eurnekián.
hugo morales / dju
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