¿En qué políticas está trabajando el Consejo de Seguridad y Prevención del Delito de la Ciudad que usted integra?
En varias cuestiones. Sobre todo durante el año 2006 uno de los interrogantes fundamentales que teníamos que resolver con el tema de la seguridad, era dónde se producían los delitos, quiénes eran las víctimas, en qué barrios de la Ciudad, etc. Como la información oficial nacional era escasa, insuficiente y contradictoria, a propuesta mía se llevó adelante la realización de una encuesta de victimización.
¿En qué consistió esa encuesta?
Consistió en preguntarles a los porteños si fueron víctimas de algún tipo de delito, cómo fueron, si los atendió bien la Policía. A partir de ahí verificar cómo funciona el sistema de seguridad y cómo se dan los delitos en la Ciudad. Eso se hizo en común acuerdo con la Universidad de San Andrés, se tomaron un número importante de casos en todo el distrito y la información se va a hacer pública en pocos días.
¿Y qué se va a hacer con esos datos?
Eso nos va a permitir discutir más en serio, más en profundidad las medidas a tomar en función de los delitos que sufren los porteños
¿Cree que la solución para la seguridad se puede alcanzar desde iniciativas legislativas o desde la Justicia?
El tema de la seguridad es integral, hay que garantizar espacios públicos seguros y una policía eficiente. Por ejemplo, muchos vecinos tienen zonas oscuras porque no andan los focos de iluminación, hay que hacer un plan para garantizar que haya iluminación. Pasa lo mismo con los árboles y los terrenos, hay que podarlos y desmalezarlos. Y hay que tratar de tener una Policía eficiente, eficaz y profesional en la calle, trabajando en función de los delitos que son más importantes en la Ciudad.
Hace exactamente un año salió una encuesta que indicaba que 9 de cada 10 porteños se sentían inseguros, ¿se logró cambiar en algo esa sensación?
Yo creo que no. Cuando se habla de inseguridad hay dos grandes dimensiones: una la subjetiva, la percepción que tiene el ciudadano, lo que piensa; y otra la objetiva, que son los delitos que se denuncian, que llegan a sede judicial, que se investigan y en los que actúa la Policía. Entre esas dos percepciones hay una distancia que a veces se acrecienta porque hay personas que piensan que otros ciudadanos están siendo víctimas del delito y se dimensiona mucho más. Por eso la encuesta sobre victimización pone en blanco sobre negro qué es lo que pasa y resulta fundamental para llevar adelante un monitoreo de acciones concretas.
¿La inseguridad se frena ampliando el accionar del poder punitivo o con políticas de fondo, más estructurales?
Esta demostrado acá y en todo el mundo que el incremento del delito tiene vinculación con las situaciones de marginalidad y las situaciones críticas macroeconómicas. Hay que trabajar sobre eso, para que todos los chicos vayan a la escuela, para que tengan un trabajo digno, para que sus padres tengan trabajo y una vivienda. La primera demanda es resolver la cuestión social.
¿Y hasta que se logre ese cambio qué se puede hacer para paliar la situación?
En el mientras tanto hay que tomar medidas para tener una Policía eficiente, profesional, porque en muchos de los casos, la Policía termina no siendo una solución al problema sino parte del problema. Cuando veo la desesperación de Macri por obtener el traspaso de la Policía, que es una necesidad y hace a la autonomía, me preocupa para qué. Qué tipo de Policía queremos. A mi me gustaría que se armara en la Ciudad una escuela en el ámbito metropolitano que tuviera determinada formación, porque se rumorea que las comisarías se venden como comisiones porque se arman cajas sobre cuestiones que tienen que ver con la prostitución y otros delitos, con lo cual la verdad es que para que cambiara esto, la Policía debe ser altamente profesional, bien paga y sobre todas las cosas honesta.
¿Ayudaría que se complete el traspaso del fuero penal a la Ciudad?
Si, ayudaría. Tenemos que ir sin prisa pero sin pausa a un proceso de autonomía plena, lo dice la Constitución, lo piden los porteños y lo queremos todos. Lo tenemos que hacer de una manera responsable lo más eficiente y profesional posible.
El legislador Guillermo Smith presentó un proyecto para la creación de un Sistema de Prevención Comunitaria del Delito y la Violencia llamado SIPREC, ¿ve con buenos ojos la iniciativa?
Básicamente me parece bien y que es complementario, pero muchas de las cosas están en el marco del accionar del Comité de Seguridad y Prevención del delito. Dice que hay que hacer un seguimiento, ¿sobre qué base? La encuesta de victimización se hizo, ahora hay que actuar para tomar medidas de carácter preventivo, disuasivo, poner a la Policía en alerta de conflicto y llevar una política persistente a lo largo del tiempo.
¿Que significaría eso?
Que el año que viene no tenemos que empezar a discutir si se hace o no una encuesta de victimización, sino que se tiene que hacer, se tiene que medir, actuar y después evaluar los resultados.
Teniendo en cuenta que usted es miembro del Comité de Prevención y Seguridad para Eventos Deportivos y que el fin de semana vuelve el fútbol, ¿ve la violencia en las canchas como un fiel reflejo de lo que se vive hoy en día?
Sí, es fiel reflejo de la sociedad. Leí declaraciones de Horacio Elizondo diciendo que quiere pactar con los barras como una manera de solucionar la violencia en el fútbol; yo estoy en contra de eso, creo que se puede hablar y dialogar con todos los actores del fútbol, pero con delincuentes no se puede hablar. Sí creo en el planteo de Elizondo en cuento a tomar en cuenta a los hinchas como un elemento más del fútbol, en general las hinchadas generan un proceso de integración, tienen bandera propia, cánticos, respetan a sus integrantes, generan cierta mística, pasión, ¿qué otra cosa en el país genera tanto como eso que genera una hinchada? Pero una cosa es respetar esta especie de subcultura que hay, contenedora en el fútbol, y otra cosa es pactar en una especie de tregua con los cabecillas que son 20 o 30, que son violentos y muchos son delincuentes. Así se le estaría dando entidad a un delincuente que en realidad no tiene.
¿En qué ayudaría que se apruebe su proyecto para la creación de la fiscalía deportiva?
Yo planteé hace tiempo que había muchos actores en el tema de la violencia en el fútbol, sobre todo actores montados en una cuestión a veces de carácter económico, a veces político y a veces deportivo. Primero debe haber una Policía especializada en el tema de la violencia deportiva. Hay 10 departamentos de la Federal que se ocupan de la violencia en el fútbol -la montada, perros, inteligencia, etc-, pero no funcionan bien porque hay convivencia con los barras (primero). Y segundo, como este es un tema muy específico, tiene que haber fiscalías deportivas, donde haya fiscales que se dediquen al proceso de prevención y seguimiento, para que finalmente aquellos que son responsables lleguen a juicio y sean debidamente castigados. Por eso propuse el proyecto de ley, dentro de poco tiempo será tratado en comisión y espero que con buena suerte al recinto.
Y la Asociación del Fútbol Argentino, ¿qué rol cumple en todo esto?
La AFA es la asociación menos transparente que hay en la Argentina. De hecho su presidente, Julio Grondona, está hace 30 años y es parte por acción u omisión de muchos de los episodios de violencia en el fútbol. Tiene que haber una renovación de los dirigentes.
Volviendo a lo político, luego de una primera mitad de año con mucha campaña electoral en la Ciudad, ¿qué balance hace del funcionamiento de la Legislatura?
La legislatura, comparando con otras épocas donde la vi más de afuera, está recibiendo, desde el punto de vista legislativo y de los proyectos, iniciativas importantes, y estadísticamente es la que tiene mayor nivel de reuniones y sesiones. Desde la perspectiva política, quizá falta mejorar y que se lleve adelante una política superadora. Pero la verdad que el balance como institución desde mi postura lo veo entre moderado y positivo.