Hemisférico fue el que tuvo Kroll, fundada por el legendario Jules Kroll, conociéndolo en Argentina cuando de la mano -y el bolsillo- de Domingo Cavallo en su época de ministro de Economía, desembarcó en estas generosas tierras. Mientras Cavallo contrataba a Kroll para investigar a Yabrán, Grisanti desde el Correo utilizaba los eficientes servicios de Moreno Ocampo que ya comenzaba a trascender como una figura anticorrupcción y todo un precursor en la utilización de las cámaras ocultas. Por eso, ante tamaña historia, para él fue un golpe en el corazón que su también ex amigo Gil Lavedra luego contratara los americanizados servicios de Frank Holder, nada menos que el delegado de Kroll en Buenos Aires, quien fue llevado a la Oficina Anticorrupción por otro ex socio de Moreno Ocampo, Roberto De Michelis. Todo un culto a la lealtad.
hugo morales / dju
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