Aparentemente los jueces intervinieron en la investigación del homicidio de una mujer de 35 años, Marta Susana Trabucchi y finalmente determinaron la absolución del padrastro de la víctima, Bernardo Sajnovick quien se desempeñaba como comerciante en Tierra del Fuego. Sajnovick aparecía como imputado en la causa, y finalmente fue absuelto en un resolución posteriomente confirmada por la Cámara y la Corte.
La presentación ante el Consejo de la Magistratura la realizó Elsa Mingorance madre de la víctima, quien pidió a los miembros del Consejo que insten el “jury de enjuiciamiento” a remover de sus cargos al juez Carlos Domingo Bassanetti y Leandro Alvarez, quien se desempeña actualmente como juez de instrucción por “mal desempeño de sus funciones” y “violación de los mandatos que les imponen la Constitución de la provincia y la Carta Magna”.
Sajnovick, estuvo detenido con prisión preventiva desde el 24 de setiembre de 1994 hasta el 10 de julio de 1997, año en el que fue excarcelado, y de acuerdo a la ley del “dos por uno”, los dos años, ocho meses y 16 días de detención deben computarse como tres años, cinco meses y dos días.
El fiscal mayor de Usuahia, Guillermo Massimi, en un dictamen, concluyó en que “no se observaron normas reglamentarias para construir la sentencia definitiva acerca del modo de seleccionar las probanzas”. El fiscal calificó el episodio de “excarcelable de homicidio” al tiempo que deslizó la posibilidad que entre los móviles del episodio se hubieran conjugado cuestiones económicas y familiares, en torno a la buena posición económica de Sajnovick y la rivalidad entre los hijos de matrimonios anteriores de éste y de Mignorance.
El juez Alvarez, indicó luego de analizar la prueba producida durante la instrucción que “no había elementos para reprochar penalmente al padrastro de la víctima y que sólo existían indicios”. El 3 de setiembre de 1997, el juez Alvarez absolvió al comerciante fueguino, como resultado de la instrucción de la causa que llevó adelante su colega Bassanetti.
El magistrado entendió que no existían pruebas fehacientes para responsabilizar al septuagenario por el homicidio y, en cambio, habían sólo "indicios" que "no se fundan en hechos reales y probados".
Para el juez, no fue posible probar la presencia del padrastro de la víctima en la escena del crimen y tampoco su autoría, por lo que entendió que no correspondía aplicarle una condena "sobre las solas bases de carácter presuncional".
Para la madre de la mujer asesinada, la instrucción se realizó en condiciones irregulares y, en ese sentido, ejemplificó que "en sólo 20 o 30 minutos" fue realizada la inspección en el inmueble en el que apareció muerta Trabucchi y de inmediato se le restituyó el dominio a la familia de quien aparecía sospechado del homicidio.
La madre de la víctima solicitó, además del juicio político, la reapertura de la causa y anunció que estudia la posibilidad de presentar el caso ante organismos internacionales de Derechos Humanos por la presunta causal de "denegación de Justicia".