“Los abogados tenemos un doble rol.: transformarnos en un gremio de profesionales pero también con grandes responsabilidades institucionales que defienda el estado de derecho y la independencia de los poderes judiciales”, explicó Yamandú Barrios, presidente del Colegio de Abogados de la Primera circunscripción de Corrientes.
En el mismo sentido opinó el presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, Carlos Andreucci. “La presencia del abogado es para auxiliar a cualquier ciudadano cuando los propios poderes públicos o los más poderosos estamentos profesionales actúan de manera injusta, arbitraria o con desviación de poder”, sostuvo.
“La abogacía es entonces, imprescindible garante del respeto de esta máxima sin la cual no puede concebirse una sociedad digna del calificado de `civilizada` y `moderna`”, resumió Andreucci.
Para el flamante presidente del Colegio de Abogados de la provincia de Buenos Aires, Gerardo Salas, la sociedad a traviesa una época de “crisis que repercute en quienes estamos vinculados con la Justicia” y por eso sostiene que la abogacía “está en boca de todos”.
“La abogacía en sí está bien, bregando por una abogacía independiente y en defensa de los ciudadanos. Los colegios de abogado han demostrado siempre estar al servicio de la profesión y de la comunidad”, dijo Salas quien la semana pasada asumió como presidente de la institución que nuclea a los 18 colegios de abogados de la provincia.
En ese marco de rol social, Andreucci afirmó que “una abogada o un abogado hoy,.es alguien comprometido con su tiempo y su comunidad. No le es ajena la injusticia, el maltrato, el abuso, la limitación del Estado de Derecho y fundamentalmente debe hacer accesible el derecho a quienes son más débiles dentro de una comunidad”.
Los abogados son parte de la Justicia pero tienen críticas para hacer. “Conocemos las limitaciones del Poder Judicial sobre todo en lo presupuestario. Los juicios se prolongan y si la Justicia llega tarde no es Justicia. Debemos bregar por acelerar los tiempos, esto tiene que ver con la cantidad de causas, con la falta de medios y su adecuación. La informática tiene mucha importancia y el Poder Judicial deberá adecuarse a eso”, sostuvo Salas.
También se refirió a la inseguridad. Salas describió “una Justicia penal abarrotada de causas. La misma Corte lo admitió: hay una emergencia edilicia. En estas cuestiones nos hemos ofrecido para ayudar en lo que podamos y para eso estamos trabajando con la Suprema Corte”.
Por su parte Barrios planteó los desafíos futuros: “Tenemos que actualizarnos en el ejercicio de la profesión y tener en cuenta dos cuestiones: entender que tenemos una función social y abandonar la industria del juicio”.