Esto se divulgó en el marco del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, donde en un informe bianual se detalló que el 62% de la población urbana de ciudades de África y el 43% del sur de Asia vive en construcciones muy precarias. En los núcleos urbanos de América Latina y el Caribe, por su parte, esta situación la padece el 27% de sus habitantes.
Se detalla que los problemas más generalizados en América Latina, son el acceso al agua potable y a los servicios sanitarios básicos, donde se percibe con mayor precisión en Guatemala, Haití, Nicaragua y Bolivia. Se indicó adicionalmente, que América Latina se sitúa como la región con mayores diferencias y desigualdades del mundo.
Representantes del organismo internacional destacaron que “las grandes ciudades de Brasil y Colombia, son las que tienen mayores desigualdades entre ricos y pobres. Las urbes de Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala y México también superan la línea de alerta", además de señalar que América Latina se sitúa como la región más "urbanizada" del planeta, donde el 77% de su población vive en ciudades.
A su vez, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó en el segundo Foro Global sobre Migraciones y Desarrollo, su preocupación porque la crisis financiera internacional afecta cada vez más a los trabajadores inmigrantes del mundo.
En relación a ello, opinó que los inmigrantes que trabajan en los países en vías de desarrollo, serán los primeros en sufrir las consecuencias de la situación financiera, especialmente aquellos empleados en sectores como la construcción y el turismo.
Alegó que la crisis mundial traerá consigo un incremento de la inmigración ilegal con el resultado de la pérdida de los derechos de los inmigrantes y el peligro de que sean víctimas de las redes de tráfico humano. Agregó asimismo, que durante la cumbre de emergencia del G-20, que se celebrará el 15 de noviembre en Washington, pedirá a los gobiernos que presten especial atención a los derechos de los inmigrantes.
Por último, manifestó que es importante que a pesar de la desaceleración económica mundial, la ONU siga adelante con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en donde se pretende rededucir la pobreza, el hambre y las enfermedades para el 2015.