Los acusados habían dejado de pagar un crédito hipotecario, por lo que perdieron su casa. Entonces, el abogado comenzó a localizar a la pareja imputada para hacerle llegar la notificación de la perdida, pero no pudieron encontrarlos.
Luego de enviar las notificaciones correspondientes a la última dirección física dejada por los imputados, e incluso a sus respectivos mails el abogado, Mark McCormack, solicitó al Tribunal Superior la posibilidad de enviar los papeles legales a través de la conocida red social ya que figuraba como amigo de la mujer. En algo que el propio abogado describió como “un método algo nuevo”.
Tras la aprobación del Tribunal, el juez estipuló que los documentos debían ser enviados en por los correos privados que esta herramienta posee y no por otras aplicaciones de carácter “más publico”, a las que pueda acceder más personas que los destinatarios.
McCormack tomó como antecedente para realizar este pedido el hecho de que en Australia ya se han realizado experiencias, en esencia similares, y que involucran a nuevas tecnologías. Puesto que los tribunales del país ya han permitido el envió de citaciones de personas mediante el correo electrónico y a traves de mensajes de texto.
Estas nuevas herramientas informáticas pueden ser utilizadas por la Justicia y dan cuenta de un avance en la incorporación y de la adaptación constante hacia los distintos momentos históricos.
En la Argentina un estudio de la consultora Prince & Cook dice que en nuestro país ya hay cerca de 20 millones de usuarios de Internet. Lo que genera que la mitad de los habitantes recurre a este medio por lo que no sería descabellado sumar a las herramientas judiciales existentes otras que tengan que ver con la Internet y los usos diversos que genera.
Ya se encuentran a prueba las notificaciones electrónicas aunque no viene mal mirar lo que hacen en otros países. Facebook se ha convertido, junto a My Space, en una de las redes sociales más populares y cuenta con más de 140 millones de usuarios desde que fue lanzada en 2004.