Por una parte valoraron lo dicho acerca de “que la Justicia debe ser un ordenador de los valores de la sociedad y que debe garantizar los derechos mínimos de todos los ciudadanos”.
En este punto parecen aproximarse a los dichos que también tuvo el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, quien expresó que “después de la crisis de 2001, algunos magistrados tuvieron gestos hacia el Gobierno que no fueron buenos. Los dichos de Lorenzetti marcan una muy clara diferencia”.
Los judiciales vieron con buenos ojos “la necesidad de acelerar los juicios por delitos de lesa humanidad, porque como lo denunciamos en numerosas oportunidades, el retraso en estos juicios, que para nuestra Unión en muchos casos es intencional, garantiza la impunidad de los genocidas”.
Otro que también opinó a favor en este punto, fue el constitucionalista Daniel Sabsay, quién dijo “me parece importante porque el doctor Lorenzetti habló de la necesidad de mejorar la Justicia. Además, estuvo muy bien en referirse a la falta de celeridad de los juicios, porque cuando hay demora no hay justicia”.
El comunicado de los empleados judiciales consigna también, en forma crítica, algunas de las cuestiones a las que no se hicieron referencia durante la apertura. Para los trabajadores de la Justicia, Obra Social de los empleados judiciales, “es la única en el país que tiene un sistema autoritario y autocrático de conducción, sin que los trabajadores organizados puedan participar en su dirección”.
Unión de Empleados Judiciales destacó “el número elevado de magistrados que continúan en el Poder Judicial y que responden a una concepción autocrática, elitista y antidemocrática”.
Además otro punto se puntualizó desde la UEJN, fue la contradicción entre el planteamiento de transparencia por parte de Lorenzetti y “el retraso en la implementación de un sistema de ingreso democrático de los agentes al Poder Judicial que garantice que a la Justicia entren los más capacitados y no los más relacionados; este hecho ha servido en el pasado, y aún en el presente, a la creación de verdaderas castas elitistas que poco contribuyen a lograr los objetivos señalados por el Presidente de la Corte Suprema”.
Continuando con las deudas que aún tiene la Justicia, para Daniel Sabsay “Lorenzetti no dijo nada sobre los juicios contra la administración pública, la corrupción, que tanto afecta a la Argentina. La sociedad no ve de parte de la Justicia la celeridad que se espera para tratar estos temas. La sensación es que no es más que una formalidad que nunca llega a nada. Casos como el de Antonini Wilson [la valija con 800.000 dólares] o Skanska, son algunos de esos”.