El diputado Miguel Ángel Iturrieta, impulsor de la iniciativa, señaló que la ventaja de establecer la Capital en la Patagonia sería “no crear una megalópolis” como la que ya existe en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Durante la presentación del proyecto, Iturrieta sostuvo que “hay que sacarle poder a Buenos Aires, porque en la medida que todo se concentre allí, no vamos a tener el país federal que queremos”. Y consideró que la Ciudad de Buenos Aires es un “engendro”.
La propuesta de Iturrieta, diputado por el Frente Renovador misionero -un aliado al kirchnerismo- cuenta con el aval de sus pares Emilio Kakabur (de su misma agrupación política) y Fabiola Bianco (del Frente para la Victoria). A los tres se les termina el mandato en diciembre próximo.
Iturrieta dijo públicamente que la iniciativa que propone se trata de “una ley vigente y se puede llevar a cabo, ya que tiene el consenso de varios legisladores de la provincia de Buenos Aires” que cuenta con 70 diputados en la Cámara Baja.
El diputado por Misiones recordó que el objetivo de Alfonsín era “descentralizar y desburocratizar el poder político y separarlo del poder económico del país, ambos excesivamente concentrados en el Gran Buenos Aires, solucionar el problema demográfico, desarrollar inversiones en el interior del país y dar inicio a una nueva revalorización del Estado Federal”.
En la última parte del siglo XX, varias capitales del mundo fueron trasladadas: Putrajaya se convirtió en la capital administrativa de Malasia y Naypyidaw en la de Birmania. En la región, el ejemplo más resonante fue el traslado de la capital de Brasil, de Río de Janeiro a Brasilia, en 1960. El objetivo de aquél Gobierno fue poblar aquella inhóspita zona del país.