La presencia sospechosa de esa camioneta fue denunciada por el juez federal Carlos Liporaci ante el fiscal general Germán Moldes, quien instruyó al fiscal federal Guillermo Marijuán para que realice las "investigaciones preliminares en torno a este hecho y también respecto de las amenazas telefónicas dirigidas a Ludmila Liporaci, recibidas por una profesora del instituto terciario donde estudia.
La profesora, cuyo nombre no trascendió por cuestiones de seguridad, prestó hoy declaración testimonial ante Marijuán.
Realizadas las primeras diligencias relacionadas con ambos hechos Marijuán formuló la denuncia penal que quedó radicada en el juzgado federal número cinco, cuyo titular es Norberto Oyarbide, y que actualmente se encuentra a cargo de Gabriel Cavallo.
Según se pudo saber, Cavallo ordenaría en las próximas horas el secuestro de la camioneta judicial, en tanto se dispuso un minucioso "rastrillaje" en el juzgado de Liporaci a fin de establecer la presencia de micrófonos con los cuales se podrían haber realizado escuchas de las declaraciones que realizaron senadores y sindicalistas.
La camioneta fue detectada por un empleado del juzgado y Liporaci envió a un policía integrante de su custodia, quien logró la identificación del conductor del rodado, dato este que le aportó al fiscal Marijuán.
Asimismo, el representante del ministerio público pidió la realización de pericias telefónicas para determinar las llamadas "entrantes y salientes" en el instituto donde se recibieron las amenazas contra la hija del juez.