Dependiente de Ministerio de Educación, aunque también participa el ministerio de Salud y el SEDRONAR, el programa establece el derecho que toda persona posee para “a formarse para tener una vida digna vivida en libertad”.
En este sentido, con su funcionamiento, se pretende brindar a los más jóvenes “información disuasiva del consumo enfocado en los grupos más vulnerables”. Para ello se incluye a todas las modalidades y niveles del Sistema Educativo.
Además, se propone “fomentar la no discriminación de las personas con conductas adictivas”. Asimismo se establecen que entre los objetivos se encuentran “diseñar e implementar acciones interdisciplinarias de educación y prevención sobre las adicciones, el consumo indebido de drogas en el ámbito educativo formal, de manera gradual, integral, continua y sistemática”.
Para ello se plantea como necesario “capacitar al personal docente y no docente de la institución escolar para educar para la salud y para la vida, y complementar esta tarea con la difusión de medidas preventivas, que ayuden a orientar comportamientos y evitar situaciones de riesgo”.
Así como “fomentar la realización de actividades para apoyar a las familias en su tarea educativa, en el contexto de un entorno afectivo y formativo que ayude a crecer en el desarrollo de la voluntad, la libertad, la responsabilidad, el razonamiento y el juicio crítico”.
Durante este año el tema “drogas” tomó especial relevancia, principalmente con la decisión de la Corte Suprema en agosto de este año de despenalizar la tenencia para consumo personal. Lo que generó la necesidad de medidas que acompañen esta jurisprudencia.