El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, fue nombrado “diputado vitalicio”, una figura que no existe en la Constitución de ese país y que lo protegerá de posibles juzgamientos por los delitos que eventualmente hubiera cometido desde que asumió ilegalmente el poder, el 28 de junio pasado.
En una ceremonia en el Congreso este miércoles por la noche, el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, fue nombrado “diputado vitalicio”, una figura que no existe en la Constitución de ese país y que lo protegerá de ser juzgado por los delitos que eventualmente hubiera cometido desde que asumió el poder el 28 de junio pasado, tras el derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya.
La iniciativa de otorgarle la calidad de legislador “vitalicio” a Micheletti fue del diputado liberal Manuel Iván Fiallos aunque había sido planteada el 29 de septiembre del año pasado por el empresario Adolfo Facussé, acusado por Zelaya de ser uno de los promotores del golpe que lo derrocó.
Micheletti “tuvo que asumir la presidencia de la República en cumplimiento de la Constitución y nuestras leyes”, dijo Fiallos durante la ceremonia, en la que también le entregó al presidente de facto una condecoración, la Gran Cruz Extraordinaria.
Al comienzo de la ceremonia, legisladores del Partido Liberal y los cinco de Unificación Democrática (UD) abandonaron el recinto en protesta por los privilegios otorgados al dictador. El diputado Marvin Pone, de la UD aseguró que “en la legislación hondureña no existe la figura (del diputado vitalicio). Los diputados se eligen por voto directo y secreto del pueblo”.
Abogados y militantes de derechos humanos denunciaron que el nombramiento de Micheletti como diputado vitalicio es inconstitucional, pues el cargo no está contemplado en la Carta Magna.
“Este acto es característico de un régimen de corte fascista donde se hacen leyes con la intención de protegerse de hechos nefastos”, sostuvo el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, el abogado Andrés Pavón.
No obstante, afirmó que esa decisión no impedirá que Micheletti sea juzgado por el Tribunal Penal Internacional por los delitos de lesa humanidad cometidos desde el golpe de Estado del 28 de junio.
La figura que protege a Micheletti es similar a que utilizó el fallecido dictador chileno Augusto Pinochet, quien, en 1980, en un intento de gozar de inmunidad de por vida se autodesignó “senador vitalicio”, en una Constitución que él mismo dictó.
El diario hondureño El Heraldo aseguró que al no existir la figura de “diputado vitalicio” en la Constitución, Micheletti no recibirá un sueldo, a menos que figure como asesor en las planillas.
Micheletti deberá renunciar antes del 27 de enero, día que tendría que asumir el presidente electo Porfirio Lobo.