El dictamen de Washington indicó que el texto del acuerdo “sigue confiriendo a Google, como entidad única, ventajas significativas y posiblemente anticompetitivas y, por ello, permite a la compañía ser el único competidor en el mercado digital con derechos para distribuir y explotar un gran abanico de obras en múltiples formatos”.
Asimismo, afirmó que la unión entre Google y editores se podría convertir en un “cártel literario” con demasiado poder para imponer los precios de los libros.
En 2005, el buscador online recibió la primera demanda. Tiempo antes, había lanzado Google Books, un proyecto que buscaba digitalizar y explotar online millones de libros.
Tras una orden judicial, Google modificó su idea original y decidió limitar el alcance de su proyecto al ámbito anglosajón. Sin embargo pese al avance de las negociaciones, para el Departamento de Justicia éstas aún no son suficientes.
El texto que se dio a conocer este viernes señaló que el arreglo no protege de manera adecuada los derechos de autor ni los intereses financieros de las “obras huérfanas”, libros que ya no se imprimen y de cuyos autores se desconoce su paradero.
Sin embargo, Washington resaltó que Google haya eliminado la “cláusula de la nación más favorecida”, un artículo que garantizaba que el buscador online gozaría de cualquier mejora que pudiera contener un hipotético nuevo acuerdo firmado entre un competidor y los autores y editores de Estados Unidos.
En un comunicado el portavoz de Google Gabriel Stricker señaló que el dictamen del Departamento de Justicia “reconocen el progreso realizado con el acuerdo enmendado y refuerza una vez más el valor que el acuerdo puede suponer al desbloquear el acceso a millones de libros en Estados Unidos” pero omitió mencionar si la empresa y las partes implicadas están dispuestas a hacer más cambios al acuerdo comercial.