El cierre del proceso de efectivizaciones, que se dio este miércoles con la firma de los convenios por parte de Lorenzetti durante la reunión de la Junta de Presidentes de las Cámaras Nacionales y Federales, benefició a la totalidad de los meritorios.
Mediante la acordada 35/2007, dictada el 14 de diciembre de ese año, la Corte reasumió las facultades de superintendencia delegadas a tribunales inferiores en relación con las designaciones que hacía el Poder Judicial en la categoría de “escribiente auxiliar” –ya sea como definitivos, interinos y contratados- en forma excepcional.
En esa acordada se dispuso que los agentes meritorios fueran considerados parte de la planta de personal permanente en el cargo de escribiente auxiliar a los fines remunerativos y reglamentarios, independientemente de que se trarara de interinos o contratados, manteniendo la estabilidad en el cargo.
Con la finalización del proceso de efectivización, esas facultades de superintendencia regresaron a los tribunales de origen.
En diálogo con DiarioJudicial.com el secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), Julio Piumato, calificó a la decisión como “positiva” y señaló que rompió con un estado en el cual algunos “jueces tenían a sus empleados en situaciones de cuasi esclavitud”.
Piumato señaló que la decisión de Lorenzetti “culminó con un proceso que viene de larga data” y comenzó en 1997 con una “ñoquiada” en la Plaza Lavalle.
Según el relato del líder gremial, en ese momento, desde la UEJN expresaron que los meritorios eran los “antiñoquis” pues “trabajaban y no cobraban” porque “todos los gobiernos rechazaron pagarles”. Piumato contó que el gremio judicial logró, en 2005, que el Consejo de la Magistratura hiciera un censo de los meritorios y que se prohibiera la entrada de nuevos agentes a partir de septiembre de ese año.
Si bien un año después se aprobó el censo, como el presupuesto no se resolvía, la UEJN decidió realizar un “ayuno” en la Plaza Lavalle, que se prolongó por 11 días, y culminó cuando la Corte dictó la acordada que disponía el nombramiento de meritorios.
Luego, llegó una segunda acordada que propuso evaluar a los meritorios que fue desechada y finalmente en 2007 se aprobó la acordada 35 que garantizó a los meritorios la estabilidad en sus cargos y estableció que ninguno percibiera un sueldo inferior al del escalafón del escribiente auxiliar.
Más allá de su satisfacción con esta medida, Piumato señaló, entre las deudas pendientes para los trabajadores de la justicia, la de discusión de la “recomposición de salarios de 2010” y nuevas efectivizaciones.
Subrayó además la “discriminación en el fuero del Trabajo”. Aseguró que allí 11 juzgados cuentan con una planta “reducida” desde su creación. Adujo esa falta de empleados a que, durante los ’90, las políticas del Gobierno pretendían “disolver el fuero laboral”.
El gremialista reclamó además jubilaciones igualitarias, participación de la UEJN en la obra social del Poder Judicial, la instauración de negociaciones colectivas para los convenios de trabajo -tal como lo establece la OIT, dijo- y el ingreso por concurso a la justicia.