El Senado bonaerense aprobó la ley que pone en marcha el denominado Registro de Actos de Autoprotección. Los que se inscriban, podrán decidir en forma anticipada el consentimiento o el rechazo a cualquier tratamiento médico específico en caso de que padezca una enfermedad terminal.
El Senado bonaerense sancionó una ley que permite que los enfermos terminales decidan qué tratamiento quieren realizar y si realmente desean hacer algo para pelear contra su enfermedad. Se la denomina “Ley de Autoprotección” y a través de la normativa se creó el “Registro de Actos de Autoprotección”.
Esa ley permite que los pacientes terminales decidan qué tipo de tratamientos médicos quieren recibir, los lugares de internación y la administración de sus bienes. También tendrán la posibilidad de negarse a recibir un tratamiento.
El Registro de Actos de Autoprotección permitirá a los habitantes de la Provincia consentir o rechazar tratamientos médicos al padecer una enfermedad terminal. También habilita a elegir administrador de bienes y el posible lugar de internación. El proyecto fue impulsado por el diputado Abel Buil (GEN).
Mediante la nueva entidad, los pacientes podrán elegir administrador de sus bienes y el posible lugar de internación (geriátricos, psiquiátricos, etc.). "Hay ciertas cuestiones de una persona, como el cuidado de su propia vida y de su patrimonio, sobre las cuales tiene derecho a disponer y decidir libremente, sin intervención de terceros, aún cuando se trate de parientes o de seres queridos", sostiene la iniciativa.
Buil señaló en los fundamentos de la norma que "la autoprotección representa una necesidad social de creciente significación e incluye un conjunto de actos voluntarios de carácter preventivo, decididos libremente por las personas ante una futura ineptitud o incapacidad psicofísica".
"Los actos de autoprotección, pueden ocuparse de un sinnúmero de temas de interés de las personas, desde cuestiones patrimoniales, cuestiones de estilos de vida, de deseos y preferencias personales hasta previsiones e instrucciones para los últimos días, para la última enfermedad o la penúltima", agregó.
"Se trata de un problema de vida, no de muerte, un problema de la vida que nos toca. A lo mejor, la persona está pidiendo que no lo pongan en terapia intensiva o que sí, disposiciones fundamentalmente para el tema de salud y también cuestiones patrimoniales para que no intervenga en la administración fulano sino mengano", fundamentó el legislador.
"Con el Registro de Actos de Autoprotección, a una persona se le asegura que sus decisiones quedan asentadas en un documento único, que permitirá conocer con rapidez y certeza, cuándo y ante quién las expresó y hacer valer su voluntad ante la eventual intervención de terceras personas que decidan modificarla", concluyó.
El registro estará a cargo de un notario, es reservado y sólo podrá ser consultado por el titular, por el juez o por personas habilitadas por el otorgante.
El texto definitivo de la norma aún no fue publicado en el Boletín Oficial provincial.