En la Cámara de Diputados se realizó un encuentro para tratar la reformulación legal de la Ley de Adopción. Se discutió a partir del derecho a la identidad de los niños adoptados y la relación con la ley de protección integral de los derechos de los niños. Participaron legisladores, especialistas, magistrados y funcionarios. VER VIDEO
“Esto es un punto de comienzo en el debate”, fueron las palabras con las que María Luisa Storani (UCR), presidenta de la comisión de Discapacidad de la Cámara Baja, culminaba con la presentación del encuentro del que participaron, entre otros, Estela Carlotto, presidenta de Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Emilio García Méndez, presidente Fundación Sur, Jorge Kielmanovich, especialista en derecho procesal, Laura Musa, Asesora General Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires y Silvia Chavanneau, jueza de familia de San Isidro, además de otros magistrados, legisladores y funcionarios.
Claudia Rucci, es presidenta de la Comisión de Familia, Niñez y Adolescencia, que será la comisión cabecera en un debate parlamentario sobre la reforma de la Ley de adopción (la otra comisión que también tratará el tema será la de Discapacidad) explicó que “en la institucionalización de los niños es donde empiezanlos problemas”. Además, contó el caso de tres hermanos que se encontraban en condiciones de ser adoptados, la mayor tenía 15 años y se encontraba institucionalizada desde los 6 años, “esto me parece una violación a los derechos del niño”, sentenció.
A su turno, Estela Carlotto, dijo que “con la excusa de que todo el proceso es lento se recurre a comprar chicos y eso no puede ser” y recordó que durante el tiempo en que se encuentran recuperando chicos apropiados durante la dictadura existen 15 casos de niños hijos de desaparecidos que fueron adoptados de buena fe.
“La familia biológica dejó que la criatura siguiera viviendo con los padres adoptivos porque le estaban brindando un hogar ya que sus padres estabandesaparecidos”, afirmó. Aunque bregó por la necesidad de “la formación de la Justicia para que no negocie con la vida de los niños”. Por su parte, Emilio García Méndez, se mostró esperanzado por la presencia de diputados y de Carlotto, ya que es “una oportunidad no sólo para discutir losproblemas de adopción” sino “para entender que significa una nueva ley de adopción”. Aunque aclaró: “los problemas de la adopción no están en la adopción, están antes en la declaración del estado de abandono” y explicó que la adopción posee un “punto de vista único, el de la clase media adoptante, que no se pregunta de donde salen los niños”. “Una familia por el sólo hecho de ser pobre no se le puede quitar al hijo” dijo y aseveró: “la institucionalización que es la criminalización de la pobreza”.
“¿Cómo poder dotar a una nueva ley de adopción con todas las garantías del debido proceso?”, se preguntó Laura Musa y remarcó la importancia de la sanción de la ley 26.061, en cuanto a que establece dichas reglas. Y sostuvo la importancia en la diferenciación entre la adopción plena y simple, y la importancia de que la simple se establezca como regla. “Un adoptante adopta a un niño con toda su historia” dijo y agregó: “La ley no simplifica lo que la realidad complejiza”.
En el mismo sentido se expresó Jorge Kielmanovich, quién sostuvo que “la doble instancia es una garantía que debiera aplicarse” y bregó por que el juez deba “citar a los padres biológicos”. “Nos encontramos tratando de ver como garantizar el derecho a la defensa de la familia de origen y de la participación del niño en el proceso de adopción” dijo Silvia Chavanneau, jueza de familia de San Isidro, lo que significa “resignificar el instituto de la adopción”. “Un proceso de desvinculación de un niño con su familia comienza mucho antes que en la instancia judicial”, agregó y bregó por “la concordancia entre una norma legal y una práctica”.
Asimismo, Mauricio Mizrahi, camarista Civil, explicó que no “se consideran situaciones de hecho consolidadas” y expresó: “Hay que tener cuidado con los reclamos de la familia biológica”. Aunque, también se mostró a favor de la adopción simple como regla, aunque “debe ser el último recurso” y “debe estar al servicio del niño”, sentenció.