La diputada del GEN cuestionó la iniciativa de un grupo de intendentes encabezado por el tigrense Sergio Massa para crear hacer policías municipales. El senador Samuel Cabanchik (Probafe) dijo que el Gobierno "tiene que hacerse cargo” del problema de Seguridad “como un todo”. Fue en una jornada en la que también participaron académicos y ex funcionarios.
El senador Samuel Cabanchik (Probafe – Ciudad de Buenos Aires) afirmó que es incorrecto plantear el tema de la Seguridad “desde la idea de que los victimarios están escondidos” y pidió al Gobierno nacional “hacerse cargo” del asunto “como un todo”. Cabanchik disertó junto a la diputada Margarita Stolbizer, académicos y ex funcionarios en la jornada sobre “Sociedad, Seguridad y Estado” que organizó junto al Instituto H.A. Murena este lunes.
Cabanchik sostuvo que ya otros gobiernos se habían referido a la inseguridad –a la que definió como un “serio problema”- como una “sensación”, dijo que no importaban “las sensaciones sino las realidades” y pidió “llegar antes de que los casos se materialicen”.
“Estamos siempre atacando la urgencia en lugar de trazar una estrategia para disminuir la inseguridad en la Argentina, un tema que genera gran preocupación en todos nosotros. No hay que esperar una salidera bancaria para darnos cuenta de que tenemos un serio problema en esta materia”, consideró Cabanchik que pidió tener una “mirada plural desde lo ideológico”.
En esa misma línea se expresó la diputada Margarita Stolbizer (Gen – Provincia de Buenos Aires), quien cuestionó al Gobierno nacional por “ideologizar el conflicto” y afirmó que el tema “no se resuelve por la cantidad de presos”.
“Entregarle el manejo de la Policía a los intendentes es casi jugar a la ruleta rusa”, agregó Stolbizer en una definición más política. La referente del Gen cuestionó así la iniciativa de un grupo de intendentes de la provincia de Buenos Aires (entre ellos Sergio Massa, de Tigre) de crear fuerzas de seguridad de los municipios.
La legisladora del Gen –fuerza a la que también pertenece Gerardo Milman, impulsor del proyecto de “salideras bancarias” en la Cámara Baja- se refirió al concepto de seguridad que utiliza el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, que abarca las ideas de “certeza” y “protección”. La bonaerense se preguntó por qué una persona puede llegar a hacer del delito su modo de vida y afirmó que una de las respuestas –“la más difícil de resolver”- es que sea más fácil vivir del delito que de un trabajo. En ese sentido, consideró que el apego a las normas del Estado de Derecho deberían empezar por “los de arriba” (la clase política) para que llegue a “los de abajo” (el pueblo).
Una vez comenzado el primer panel, el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, dijo que la Ciudad busca “una Policía diferente, con proximidad con los vecinos” que sea “preventiva” y no “reactiva”, porque en ese modelo, que ejemplificó con el servicio telefónico 911, se “corre detrás del delito”.
El funcionario, que fue el primer civil nombrado por Macri al frente de la fuerza, en reemplazo de Jorge “Fino” Palacios (procesado y detenido por la causa de las escuchas ilegales) y Osvaldo Chamorro (que fue indagado y aún no se resolvió su situación procesal), aprovechó para reiterar el reclamo de la Ciudad por la transferencia de recursos de la Nación para la Metropolitana. Dijo que en los barrios en los que está operando la fuerza, la aceptación en de entre el 70 y el 80 por ciento.
Burzaco también opinó que el avance del crimen organizando “viene empeorando” en el país, al que sindicó como uno de los más seguros hasta hace un tiempo, y mencionó la instalación de “laboratorios de cocaína”.
El académico Ernesto Schargrodsky cuestionó, en base a estudios que realizó desde el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas en la Universidad Di Tella, la idea de reinstalar el Servicio Militar Obligatorio. Y aunque señaló las diferencias, también le apuntó al Servicio Cívico Voluntario, que tiene la media sanción del Senado.
Schargrodsky también se refirió a las pulseras electrónicas como alternativa al encarcelamiento y afirmó que los detenidos que cuentan con esos dispositivos tienen una reincidencia menor que los que permanecen en prisión. En ese sentido, sugirió volver al programa de brazaletes (suspendido tras el doble crimen de Campana, en el que uno de los acusados era un hombre condenado a 25 años de prisión por una violación seguida de muerte que había sido beneficiado con el dispositivo) y sugirió “restringir la discrecionalidad de los jueces” en el otorgamiento de las mismas.
“Los delitos que no se cometen gracias a la existencia de las pulseras no salen en la tapa de los diarios”, enfatizó el académico de la Universidad Di Tella. En tanto, Carlos Mastrorilli, profesor de la Academia Superior de Estudios Penitenciarios, sostuvo que “no hay un solo éxito [en materia de seguridad] que se pueda controlar” y señaló que “las estadísticas son falibles”. El comentario no le agradó a Burzaco, que lo miró con cara extrañada al abogado y sociólogo.
Luego afirmó que el “miedo” es “uno de los temas fundamentales del accionar político” y señaló que el tema de la seguridad “no tiene incidencia electoral”. El letrado pidió luchar contra la corrupción empresarial y estatal "para eliminar el delito”.
En el segundo panel, el ex ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanián, afirmó: “Si hay una discusión de gran volumen, en todo el país, relacionada al tema de la violencia, es que estamos cursando una crisis… En materia de seguridad, Argentina siempre se manejó de una forma primaria y elemental”.
En tanto, en representación del CELS, Josefina Martínez consideró que “se necesita que la gestión política de seguridad sea conducida por el Gobierno civil, con protagonismo de cuadros intermedios especializados, eliminando la autonomización institucional y policial”.
También integraron esa mesa Alberto Föhrig, profesor de la Universidad de San Andrés, y José Manuel Ugarte, profesor de la Maestría en Seguridad Pública de la Policía Federal.