El flamante presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), Ricardo De Felipe, recibió a DiarioJudicial.com en su nuevo despacho de la Avenida De Mayo. Tras ocho años de presidencia de la FACA en manos de Carlos Andreucci, De Felipe se muestra como un “continuador” cuyo objetivo es “lograr la unidad de la abogacía argentina” y que la Federación “sea la voz más potente de la abogacía nacional”. Asimismo, quien resulta ser el primer presidente en la historia de la FACA que no presidió previamente el Colegio de Abogados, sostiene que el letrado debe participar de las sindicaturas concursales y brega por “un debate para recuperar incumbencias que nos competen” así como por la “matriculación federal” para ejercer en la Justicia Federal.
Luego de ocho años de Carlos Andreucci al frente del organismo, ¿Cuáles son sus expectativas para estos próximos dos años?
Andreucci, luego de sus ocho años al frente de la organización, hizo una transformación en la Federación que logró una inserción de la colegiación como en el ámbito de la sociedad, que fue trascendental. Antes la Federación no había tenido esa repercusión social e institucional que se logró. La idea es profundizar esa actuación y seguir en el mismo lineamiento que ha tenido la Federación hasta ahora.
¿A qué se debe que en la elección de autoridades del organismo hubo lista únia? ¿Fue por algún consenso?
No, hubo una gran mayoría de Colegios de Abogados que se han sumado al proyecto que encabezo yo, pero que apoyan una gran cantidad de colegios. Entiendo que hay una parte de colegios que no se sienten identificados con este proyecto, pero no lograron armar otro proyecto alternativo, razón por la cual no hubo otra lista que se presentara al acto eleccionario.
En su discurso de asunción planteó el “respeto por las incumbencias profesionales”. ¿A qué se refiere?”
Hay muchas cuestiones que siempre están afectando al trabajo del abogado. Hubo varios proyectos en el sentido de que se querían realizar las sucesiones extrajudiciales o las asociaciones notariales a través de los escribanos. Nosotros estamos dispuestos a dar un combate ferviente en contra de eso porque entendemos que incumbe al ejercicio de la profesión de abogado seguir realizando las sucesiones. Porque es una garantía a la transmisión, en ese carácter, de los bienes. Una seguridad jurídica que no se logra de la otra manera, que es, a través de la actuación jurisdiccional. Hay otros proyectos de ley que están dando vueltas que es que se establecerían procesos de menor cuantía donde el ciudadano podría actuar ante un juez sin el patrocinio letrado. Lo que estaría afectando garantías constitucionales del ciudadano como el debido proceso y el legítimo derecho de defensa en juicio, que incumbe a los abogados. También está pendiente el tema de las sindicaturas concursales, que antes la realizaban los abogados, después los abogados y los contadores, y ahora la realizan pura y exclusivamente los contadores. Nosotros entendemos que el abogado debe participar porque de hecho ya participa porque el abogado actúa como un asesor del contador y no tiene la sindicatura en cabeza de él. Se tiene que dar un debate para recupera incumbencias que nos competen y defender las que tenemos en la actualidad.
¿Qué representaría para los abogados la matriculación federal?
Eso está totalmente desorganizado puesto que para ejercer en la jurisdicción federal se debe registrar en la Cámara de la Región o en la Corte Nacional, o en el Colegio Público de la Capital Federal que le sirve para poder litigar en materia federal. Hemos visto que con motivo de las elecciones para el representante de la abogacía para el Consejo de la Magistratura, que indudablemente esa matricula no está depurada. Hay abogados que se inscribieron en su momento en la matricula federal, ejercieron la profesión, pero luego accedieron a la actividad jurisdiccional o son jueces y siguen estando en ese padrón o en esa matrícula. La idea es que eso tiene que ser un resorte de los colegios de abogados y de la Federación Argentina de Colegios de Abogados. Estamos trabajando en un proyecto con el consenso de los colegios de abogados y estamos próximos a entablar un dialogo con el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal para ver si ellos se podrían sumar a este proyecto de matricula federal para que el colegio de abogados del domicilio real del abogado que litigue en materia federal se matricule en ese colegio y tenga la posibilidad de ejercer en todo el país, y viceversa.
¿Ya hay un anteproyecto presentado?
Estamos en tratativas con el Ministerio de Justicia de la Nación para entregarles el proyecto ya depurado para la consideración del Ministerio.
¿Qué opina sobre la actuación de los representantes de los abogados en los Consejos de la Magistratura en general y en el de la Nación en particular?
Es indudable que están en una lucha despareja. En algunas provincias hay un equilibrio en los estamentos. En el Consejo de la Magistratura de la Nación los abogados están en dificultades puesto que están en minoría y no hay un equilibrio en la representación de los distintos estamentos. Eso dificulta muchísimo la tarea, es maratónico lo que se puede realizar y es muy difícil lo que se puede concretar ya que siempre esta supeditado a la voluntad, o el poder de veto que tiene el oficialismo. Eso dificulta que los abogados puedan tener una participación mas activa. Pero considero que se está trabajando y estamos próximos a pedir un informe al representante nuestro para ver como está la Escuela Judicial, la Comisión de Selección y los concursos, para poder estar informados.
Hablando de concursos: ¿El abogado corre en desventaja por ejercer la profesión y no estar en la “carrera” judicial?
Corre en desventaja porque hay algunas reglamentaciones que así lo establecen, los cual es violatorio e inconstitucional por principio de igualdad. No por el sólo hecho de ejercer la carrera judicial se está en mejores condiciones que cualquier abogado que está en el ejercicio de la profesión. Consideramos que el ejercicio de la profesión activa durante mucho tiempo se podría igualar o equiparar a una carrera judicial. De hecho tenemos casos muy importantes de abogados que directamente han accedido al Poder Judicial, el doctor Lorenzetti fue abogado de la profesión y accedió directamente a la Corte Suprema de Justicia, y es brillante el desempeño que está realizando.
Usted habla de una posibilidad de incidir de los representantes de los abogados en el Consejo, pero ante ciertas decisiones, donde de precisa, por ejemplo, mayoría especial, el voto del abogado se torna importante, tal es el ejemplo del concurso 140.
En algunos casos puede ser, es indudable que tiene su importancia. Lo que quiero decir es que no pueden representar los intereses totales de la abogacía que quisieras puesto que se ven en una minoría. No voy a poner en tela de juicio el voto del doctor Fargosi, ha tenido sus razones para votar en ese sentido, pero lo que yo quiero destacar es que es dificultoso. Quizás él, con sus convicciones, habrá considerado que estaba bien y por eso obró en consecuencia, pero en casualidad el doctor Ostropolsky votó en contrario, así que esto es una cuestión muy particular. Institucionalmente la abogacía se ve disminuida en su participación y los abogados como representantes de la abogacía del país se ven en inferioridad de condiciones.
Un reclamo histórico en este sentido es la integración de la Comisión de Selección por parte de los representantes abogados.
Por ejemplo. Cómo eso hay otras cosas que dificultan. Entendemos que es fundamental que la abogacía esté porque es uno de los elementos fundamentales del servicio de Justicia. No hay un servicio de Justicia completo y eficaz sin la participación de los abogados. Por eso venimos bregando y vamos a seguir insistiendo en esa reforma en el Consejo de la Magistratura.
¿Cuáles son los problemas y ventajas de que haya colegiatura obligatoria?
Los problemas son cuestiones particulares de cada provincia. Hay provincias que todavía han considerado que no es conveniente la colegiación legal. Hay asociaciones de abogados, tanto en Chaco como en Santa Cruz, que son las únicas dos provincias que no tienen la colegiación legal, que están bregando para lograr esa ley. Es llamativo el caso de Chaco donde las otras profesiones como médicos o contadores tienen la colegiación legal y no la de los abogados. Además, las cajas de previsión social para abogados las tienen por ley pero no la colegiatura. Es una decisión política respetable de cada jurisdicción pero consideramos que es importante para lograr un ejercicio de la profesión libre e independiente es a través de una colegiación que tenga el control de la matricula y a su vez control deontológica de los abogados.
¿Qué espera para su periodo?
Trabajar y lograr la unidad de la abogacía argentina y que la Federación Argentina de Colegios de Abogados sea la voz más potente de la abogacía nacional. Tenemos dos años donde para ese cometido nos falta, puesto que hay colegios que no se sienten parte de la Federación. Es muy importante la apertura en materia de Mercosur, debemos llevar una voz uniforme en el ámbito del Mercosur para el ejercicio de la profesión a similitud de Brasil, Uruguay o Paraguay. Brindar a la sociedad colegios de abogados que no sólo tengan actividad gremial sino una participación social muy importante colaborando en políticas públicas en beneficio de la sociedad, ya sea a través de los consultorios jurídicos gratuitos, de la elaboración de proyectos de ley en materia de inseguridad, violencia de género, violencia familiar, inseguridad vial. Pensamos que tenemos que dar un trabajo importante desde la Federación y hacer aportes a la sociedad.