Es la causa donde se investiga a la vicejefa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Cecilia Felgueras, por la contratación directa de abastecimiento para los comedores escolares cuando tenía a su cargo el área de Acción Social durante el gobierno comunal de Fernando de la Rúa. Pese a que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional decidió que se profundice la investigación y se indague a la funcionaria, el juzgado donde está radicada la causa carece de juzgador permanente. Ocurre que su titular Luis Yrimia goza de una licencia especial por un año para dedicarse a organizar una estructura funcional para lo que ha devenido en su especialización: narcotráfico y toma de rehenes, en un programa que gerencia la Secretaría de Seguridad Interior (Enrique Mathov) que lo lleva a viajar permanentemente a los Estados Unidos -precisamente esta semana se encuentra en Miami, donde la DEA tiene la división latinoamericana- , por lo que debe ser subrogado en su función de juez. Pero como el sistema o antisistema -según se lo mire- de las subrogancias en la justicia argentina son -en este caso particular- cada dos meses, no se encuentra un juez que pueda seguir con la continuidad necesaria el trámite de las actuaciones, en un simil del triste caso del crimen de Leopoldo "Poli" Armentano que por este mismo sistema de subrogancias ingresó en un verdadero pozo negro. Por de pronto el año que la Cámara le concedió a Yrimia está punto a cumplirse y no sería llamativo que esta licencia excepcional no sea renovada, ya que hay algunos camaristas que no simpatizan con la idea que un juez pase a prestar servicios al Poder Ejecutivo por tiempo indefinido, mas en este caso, en el que al parecer hay trabajo pendiente.
hugo morales / dju
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