El Consejo General del Poder Judicial español decidió elaborar un protocolo de actuación judicial en los casos de catástrofes naturales. La iniciativa surgió a raíz de una serie de terremotos ocurridos en la región de Lorca el 11 de mayo de 2011.
Grandes catástrofes naturales sacudieron al mundo en los últimos años: tsunamis, temblores. Los casos se repiten en todo el mundo: Chile, con el sismo más grande de su historia; Japón, que ahora está recuperándose de una crisis que no fue causada precisamente por errores humanos.
Para poder afrontar este tipo de hechos, la ciudadanía española tiene un nuevo protocolo de actuación para utilizar a la hora de recurrir a la Justicia cuando se presentan estos casos. Es que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidió elaborar este documento pensado a raíz de los terremotos ocurridos en la región de Lorca el 11 de mayo pasado.
Fuentes municipales de Lorca aseveraron al respecto que “en todas las dimensiones que convergen en la atención ante una catástrofe es absolutamente necesario que los profesionales que intervengan cuenten con una base teórica desde la que ejecutar su intervención, y que recoja todas las circunstancias que puedan suceder”.
En este sentido, Francisco Jódar, el alcalde de la región, aseveró que "si bien tenemos que reconocer que a nivel judicial, como en todos los niveles en los que se operó, la participación de los trabajadores ante la tragedia del 11 de mayo fue excepcional gracias a la experiencia y profesionalidad de todos los partícipes, también se ha comprobado que es necesario contar con elementos teóricos previos que permitan fijar la manera de actuar conforme a los máximos parámetros de excelencia y utilidad".
"Hay que aprender de la experiencia, aunque sea una triste experiencia como la de Lorca, y crear aquellos protocolos que permitan guiar la actuación en las distintas áreas ante una catástrofe de cualquier naturaleza y magnitud", señaló el funcionario.
También aseveró que el protocolo representa "un elemento ineludible para trazar la participación de los órganos judiciales, su colaboración con los profesionales relacionados y la agilización de diligencias, ante una catástrofe".
"Supone un paso de gigante el contar con un protocolo que como éste facilite a la autoridad judicial competente los medios necesarios para ejercer su labor ante estos supuestos en los que se produce un desbordamiento que se aleja de la normalidad", entendió Jódar.
Finalmente, señaló que "no podemos cambiar lo sucedido durante aquella tarde maldita, ni devolver por arte de magia todo lo que perdimos pero sí podemos aprender y hacer así que la experiencia de lo sucedido en Lorca sea útil para cualquier otra población que en el futuro tenga la desgracia de sufrir una tragedia de grandes dimensiones".