Bento sigue también en la causa contra Otilio Romano | El frío libera | Prisión perpetua por asesinar a su esposa e hija a puñaladas
Con Bento de cola
La Corte Suprema declaró improcedentes, por no tener “fundamento autónomo suficiente” las quejas que había promovido el destituido juez Otilio Romano en el marco de la investigación en la que se lo acusa por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Romano custionó, por medio de su defensa, decisiones judiciales que no habían hecho lugar a la recusación de Walter Bento y, de la misma manera, en cuanto no hizo lugar a la nulidad de todo lo actuado. La decisión se encuentra rubricada por Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni. La semana pasada el Consejo de la Magistratura rechazó varias denuncias contra el juez Bento por mal desempeño en sus funciones.
Liberan a dos detenidos por bajas temperaturas
En la ciudad de La Cumbre, provincia de Córdoba, un juez liberó a dos hombres -que estaban detenidos por violar el Código de Faltas local- por los problemas de salud de uno de ellos y el extremo frío de las instalaciones donde se encontraban alojados. Los detenidos, de 22 y 30 años, habían sido aprehendidos el 1 de julio por "ebriedad escandalosa, negativa a identificarse, merodeo y portación de arma blanca", y sancionados con 19 días de arresto. La decisión de liberarlos la tomó el Juez de Control de Cosquín, Gustavo Prémoli, debido a que los hechos imputados a los detenidos eran faltas y no delitos. Además, pese a que el magistrado decidió suspender la detención con base en los certificados emitidos por el médico policial, la resolución causó mucha polémica a nivel local.
Perpetua para un albañil que asesinó a su esposa y su hija a puñaladas
El Tribunal Oral Criminal 2 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a prisión perpetura al albañil Juan José Bianco al hallarlo culpable del crimen tipificado como doble homicidio agravado por el vínculo de su esposa e hija, a quienes mató de 104 y 20 puñaladas respectivamente. El hecho de que Silvina Meahudy fuera su mujer y Sofía, su hija, hizo que se le aplicara la pena más estricta de las previstas en el Código Penal. El crimen ocurrió el primero de enero de 2011 en la vivienda de la familia en el barrio porteño de Villa Urquiza.