La Cámara Federal confirmó el procesamiento de un hombre por la utilización de teléfonos celulares que eran robados. “La ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados (...) refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima”, consignaron los jueces en el fallo.
La sala II de la Cámara Federal, con las firmas de Horacio Rolando Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, confirmó parcialmente la ampliación del procesamiento de un hombre por considerarlo autor penalmente responsable de la adquisición o utilización de terminales celulares de procedencia ilegítima.
Se trata de la causa “Mazabel Birot, Jorge A. s/ ampliación procesamiento” donde en la instancia anterior se amplio el procesamiento del implicado aunque esto fue apelado por la defensa del mismo que argumentó que “no se encuentra acreditado que su defendido conociera la procedencia ilegítima de los teléfonos celulares que fueron encontrados en su poder”.
El imputado ya se encuentra procesado con prisión preventiva por el delito de “comercialización de estupefacientes desplegado por tres o más personas en forma organizada” y se amplió tal procesamiento. Esto último fue lo que apeló la defensa del imputado.
Los camaristas, por su parte, sostuvieron que en la causa se secuestraron seis teléfonos celulares los cuales se encontraban “adulterados” lo que les permitió sostener que “el encartado adquirió y/o utilizó los teléfonos celulares secuestrados en autos a sabiendas de su origen ilegal”.
Argumentan, los magistrados, que en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 12 de la ley 25.891 la figura en cuestión “pretende englobar aquellos comportamientos que no se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con aquellas maniobras”.
“Es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o utilizan teléfonos celulares o tarjetas de telefonía de origen ilegal, conociendo esta circunstancia. Queda comprendido en la descripción quien de cualquier forma se valga de estos materiales que hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante fraude”, consignan.
Por lo que “a esta circunstancia, debe adunarse que, tal como sucede en autos, “la ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados…refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…”.