Tendrá la investigación que desarrolla el juez federal Jorge Urso para establecer si no se cometieron irregularidades –malversación de caudales públicos, incumplimiento de los deberes de funcionario público, etc., etc., etc.- en la contratación del asesor norteamericano Dick Morris, quien ejerciera una fuerte influencia en el denominado grupo “sushi” liderado por Antonio de la Rúa, quien tuvo a su cargo el control en la campaña electoral de la Alianza y luego el desarrollo de la acción de prensa y marketing del Gobierno. Este asesor está acusado por el abogado radical Juan Carlos Iglesias de cobrar unos $ 40.000 mensuales, además de ocasionar costosos gastos por sus costumbres de alojamiento hotelero y sus exigencias en materia de gastos personales. Según este activo denunciante, los gastos habrían sido pagados con dineros estatales y por eso se quiere establecer el verdadero servicio para los destinos del país de tal costosa contratación. Porque según la oposición, lo único que se conoce, hasta ahora, son sus consejos a la Oficina de Anticorrupción del Gobierno para denunciar e intentar meter presos a conspicuos funcionarios del gobierno de Carlos Menem, quizás para presentarlo al ex presidente como el paradigma de la corrupción. Las sorpresas de Urso apuntan a ser tapa en los diarios y a tener hondas repercusiones políticas.
hugo morales / dju
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