Finalmente, la Corte Suprema le giró al Consejo de la Magistratura los fondos necesarios para poder pagar los sueldos de mayo del Poder Judicial. Las partidas habían sido solicitadas la semana pasada por el cuerpo judicial.
A casi una semana del pedido realizado por el Consejo de la Magistratura, la Corte Suprema de Justicia de la Nación transfirió los fondos necesarios para que el organismo pueda abonar los sueldos del mes de mayo en el Poder Judicial.
La transferencia se realizó este lunes a través de la Secretaría General de Administración del Máximo Tribunal. Tal y como expresaron desde la Corte Suprema la decisión de transferir los fondos solicitados por el Consejo se da “después de realizar un exhaustivo análisis económico-financiero de la situación del Consejo de la Magistratura”.
Asimismo, explicaron que los fondos “forman parte de los recursos que el Alto Tribunal dispone en su Fondo Anticíclico creado en el marco de la política de planificación económica y financiera que lleva adelante dicha Secretaría” y que administra y aplica cuando “situaciones de emergencia debidamente fundamentadas lo requieran”.
La suma girada al recientemente renovado organismo asciende a 128.750.265 pesos aunque anticiparon que una vez estabilizada la situación “la Secretaría General de Administración solicitará la devolución de los recursos otorgados en oportunidad de que el Consejo disponga de los fondos necesarios para tal fin, a efectos de reintegrarlos al Fondo Anticíclico de la Corte”.
La semana pasada fuentes del Consejo de la Magistratura había explicado a este medio que “es algo común” el pedido dado desde el organismo hacia la Corte Suprema y esto hace a “los procedimientos habituales” con el Máximo Tribunal, aunque, destacó que “el tema del presupuesto es algo complejo”.
Asimismo sostuvieron que los recursos del Poder Judicial provienen en parte de la coparticipación federal,y volvió a redundar en que el pedido tiene que ver con “los recursos que se tienen en disponibilidad” por lo que “no hay recursos acordes a la necesidad que hay”. De allí el pedido que no deja de estar dentro de las previsiones y los “procedimientos habituales”.