Si el juez me procesa, yo lo denuncio

Libros, muebles, una heladera, una bicicleta. Esos son algunos de los objetos que según el juez penal Flavio Igoldi fueron llevados desde Buenos Aires a Viedma por el ex presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro, Víctor Hugo Sodero Nievas, usando, presuntamente, viáticos del Poder Judicial provincial. 

 

Este hecho le valió un procesamiento de parte del magistrado por el delito de “peculado de bienes de servicios en concurso real con falsedad ideológica de instrumento público calificada en concurso ideal con abuso de autoridad”.

 

Por eso, con la reanudación de la actividad del Consejo de la Magistratura de Río Negro en 2014, se tratará una denuncia que formuló a modo de defensa e impugnando las acusaciones el mismísimo Sodero Nievas en contra de Igoldi, por los hechos que teóricamente ocurrieron en julio de 2001, meses antes del estallido social y económico de nuestro país.

 

En la actualidad, la causa se encuentra en la Cámara de Apelaciones en lo Penal de esa provincia. Pero mientras el caso sigue su curso, el ex titular del Máximo Tribunal provincial denunció animosidad en su contra de parte del magistrado, alegando que la citación en su contra constituía la creación de su “propio” sistema procesal penal (sic).

 

Sodero Nievas señaló que Igoldi tenía una prescripción médica que no le permitía trabajar hasta el 30 de octubre del año en que fue citado a declarar, pero que sin embargo llevó a cabo la audiencia el 22 de ese mismo mes. Además aseguró que se violaron garantías constitucionales durante el avance de la causa.

 

El magistrado penal se defendió alegando que sabía de la existencia de este expediente y que esperó hasta que el ex presidente del STJ dejara de tener fueros, y que si no retomaba la investigación hubiese llevado a cabo una “actuación delictiva”.

 

Pero las citaciones y demás pruebas que debió formular Igoldi fueron justificadas en relación a la desaparición del expediente mencionado, que al mismo tiempo nunca fue encontrado. Con copias de constancias reunidas en diferentes lugares, se pudieron reconstruir muchas partes de la causa, explicó el juez.

 

Al mismo tiempo, el titular del juzgado penal alegó que nunca se ocultó el expediente a Sodero Nievas y que esa imputación es falsa. A su vez remarcó que el ex titular del STJ había faltado a las declaraciones indagatorias gracias a permisos médicos (que también afirmó que no mostraban su incapacidad para llevar a cabo ese acto) pero que, sin embargo, cuando faltaba una hora y media para la indagatoria Sodero Nievas, a pesar de su presunto mal estado de salud fue al Consejo a presentar la denuncia.