A un año de la adopción del Tratado sobre el Comercio de Armas en las Naciones Unidas, Amnistía Internacional Argentina instó al país a ratificarlo y a comprometerse con su implementación. En abril del año pasado, la ONU puso ciertos límites para el tráfico global de armas
El 2 de abril del año pasado las Naciones Unidas por Resolución A/67/L.58 puso ciertos límites para el tráfico global de armas al aprobar el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA). Hoy a un año de eso, la Argentina aún no ratificó el tratado.
La Asamblea General de la ONU en su 67 periodo de sesiones adoptó el trtado que fue firmado por la República Argentina el 3 de junio de 2013 en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Desde Amnistía Internacional sostuvo que el hecho de que Argentina haya sido uno de los siete países coautores del tratado mostró “un serio compromiso en pos de obtener un tratado respetuoso de los derechos humanos”.
Pero recordó que “es importante que Argentina afiance ese compromiso impulsando su ratificación en el Congreso”. Hasta la fecha el Tratado ha llegado a 118 países firmantes y 13 ratificaciones.
El tratado aprobado el año pasado contó con 154 votos a favor, 3 en contra y 23 abstenciones y en líneas generales se plantea “la regulación de exportaciones, importaciones, trasbordos e intermediación de esos artefactos”.
Asimismo se indican los tipos de armas que se incluyen: “las armas convencionales son los tanques de guerra, los vehículos de combate blindados, los sistemas de artillería de gran calibre, aviones y helicópteros de combate, buques de guerra, mísiles y cohetes, así como las armas pequeñas y ligeras”.
En tanto que se instruye “a los países exportadores asegurarse de que su expendio a un Estado no socave la paz ni la seguridad internacional o sean utilizadas para cometer violaciones de derechos humanos”.
“El nuevo pacto dificultará que armas letales lleguen al mercado ilícito y que ayuden a los señores de la guerra, los piratas, los terroristas y otros criminales”, dijo cuando se aprobó el tratado el secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, quien describió el hecho como “logro histórico”.