Brugo explicó que el subcomisario Alejandro Ortega le hizo saber que sehabía detectado un presunto "contrabando del siglo" de piedras preciosas. Enese mismo momento el magistrado se encontraba en las terminales 1 y 2 delpuerto, donde habían sido detectados 40 contenedores que presuntamentetenían vidrio molido y talco.
Sin embargo, en el interior había mercadería textil de procedencia chinatriangulada en el Uruguay por una empresa fantasma en la Argentina, CokerJunior SA. Otros 40 contenedores fueron bloqueados por el también juez en loPenal Económico Julio Cruciani. "Esa mercadería será entregada a losindigentes, porque si fuera dada a los comerciantes arruinaría la industria", explicó Brugo al describir la dimensión del contrabando.
"Lo hacen para conseguir ascensos, para engrosar las estadísticas de losprocedimientos o para distraer al juez de turno. Además llaman a todos losmedios, algo que yo nunca autoricé; después dicen que los periodistasaparecen por casualidad", contó el magistrado a este medio al explicar elmodus operandi en el que se destaca el subcomisario Ortega.
Según el juez, es una practica habitual de Ortega llamar al magistrado ydirigir los operativos, "pero lo sospechoso es que después no los firma". Elsubcomisario había sido trasladado en 1995 a la provincia de Tucumán en unsupuesto castigo. Sin embargo, volvió a Delitos Federales y antes delescándalo de las esmeraldas se supone que sería condecorado.
El súper operativo de las esmeraldas fue realizado el 21 de junio del añopasado, cuando efectivos de la División de Delitos Federales, segúndeclararon en la causa, vieron un Peugeot 505 que se desplazaba por laavenida Córdoba y que se detuvo sospechosamente en el hotelSheraton-Libertador. Sin embargo, ese movimiento nunca ocurrió, sino que elremís donde se encontraron parte de las falsas joyas estaba estacionado enun garage, lo que fue acreditado a través de un ticket por el conductor, quefue detenido junto a otras tres personas.
En un fallo del 7 de diciembre, Brugo decidió sobreseer totalmente a loscuatro imputados: María Blanca Florentín, una ciudadana paraguaya queaparecía como la supuesta líder de la banda de contrabandistas y quepermaneció una semana detenida por no tener arraigo en el país; Ernesto JoséAlbornoz, remisero; Daniel Alberto Regunaga; y Daniel Pedro Silva.
Además remitió los testimonios de la causa que comprometen a los policías ala Fiscalía General de Política Criminal de la Procuración General de laNación, "a fin de que se investigue la presunta comisión de delitos porparte de los funcionarios de la División de Delitos Federales".
El fiscal general Maximiliano Rusconi, a cargo de una comisión especialformada para investigar operativos policiales que resultan ser una farsa,aseguró que hará la denuncia en febrero, al finalizar la feria judicial.Mientras que el abogado de los frustrados contrabandistas, Jorge Irineo,aseguró que ellos también presentaran sendas acciones penal y civil.
Brugo había comenzado a dudar acerca de la seriedad del operativo cuando unode los testigos de los hechos le contó que el jefe del procedimiento -apenasse había iniciado- apareció gritando "¿donde esta el kilo?". Se refería al kilo de lasesmeraldas de fantasía, que fue encontrado en el remís de Albornoz . este material es utilizado por los artesanos y se vende en las plazas. Según las pericias, no tiene valor comercial, o a lo sumo unvalor simbólico de diez pesos.