El líder del Frepaso, que renunció a la vicepresidencia de la Nación luego de la crisis desatada en el Senado por el supuesto pago de coimas en la aprobación de la reforma laboral (ley 25250) hizo estas declaraciones al diario español El País.
Según el líder de la segunda fuerza de la coalición gobernante, “la crisis del Senado sólo expresa la manera promedio de hacer política en este país. Eso es lo que está en crisis. Fuera de eso no hubo un estado deliberante, ni un veto institucional ni una Alianza que contradijera al presidente”.
De todas formas, Álvarez reconoció que sí hubo una discusión sobre los contenidos de la política, “para saber cuáles son las orientaciones de un gobierno que fue elegido desde una perspectiva progresista en medio de graves problemas económicos”.
El ex vicepresidente, que acaba de rechazar la posibilidad de candidatearse en las elecciones para la Cámara Alta que se realizarán este año, responsabilizó al menemismo de haber montado “un sistema de privilegios muy fuerte”, que generó “fortunas hechas al calor del tráfico de influencias y de la cercanía con el poder”.
Al explicar en perspectiva las causas de su renuncia, Chacho dijo que “la crisis no fue institucional, sino política”, y que “este sistema no soporta una discusión fuerte entre un presidente que necesita del Senado para aprobar las leyes y un vicepresidente que preside el cuerpo y da la batalla contra ese Senado”.
Además, explicó que para arribar a una solución para la crisis en la Cámara Alta hay que dar “una batalla que será larga, aunque no estamos en el punto cero”, y deslizó una especulación al decir que cree que “no más del diez por ciento de este Senado va a ser reelegido. Va a haber una sanción política, salvo en los lugares donde hay clientelas cautivas muy fuertes”. Y, optimista, dijo que “el ajuste de la política pasó a estar en la agenda”.