De todas formas, ejecutivos bancarios no pudieron decir si los dueños de las cuentas eran, en efecto, el célebre físico nacido en Alemania y el fundador del psicoanálisis en Austria o si los nombres eran, simplemente, una coincidencia.
"Si uno busca por Slobodan Milosevic -ex presidente yugoslavo, actualmente bajo proceso de un Tribunal Penal Internacional- en la guía telefónica de Suiza, se encuentra con cuatro del mismo nombre", dijo un portavoz de la Asociación de Banqueros de Suiza.
Einstein, judío nacido en Alemania, generó algunas de sus percepciones más asombrosas sobre la naturaleza del Universo cuando trabajaba en una oficina de patentes en Suiza. El físico murió en Estados Unidos en 1955, después de haber desarrollado la teoría de la relatividad.
Freud nunca vivió en Suiza, pero tenía nexos con la comunidad suiza de psiquiatras. El "padre del psicoanálisis", de religión judía, huyó a Inglaterra con su familia cuando Alemania anexionó a Austria, y murió en 1939.
La lista de 600 páginas divulgada en el sitio Web de Internet (www.dormantaccounts.ch) fue la tercera publicada por los bancos, que tratan de contestar las denuncias de víctimas y organizaciones judías, que los acusan de retener de manera impropia los fondos de personas exterminadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
La publicación constituye otro paso en el proceso de devolver a sus propietarios los activos no reclamados desde la época del conflicto, que siguen en depósito en los bancos suizos, más de medio siglo después del final de la guerra, que tuvo como saldo el asesinato de al menos seis millones de personas.
Los bancos rechazan las denuncias de que se han negado a devolver los fondos, pero dos de los mayores bancos de Suiza, UBS AG y Credit Suisse Group, accedieron en 1998 a pagar 1.250 millones de dólares para poner fin a una disputa cada vez más enconada con sus críticos.
La cuestión ha generado demandas colectivas en Estados Unidos y amenazado con provocar boicots estadounidenses de bancos y otras empresas de Suiza. Un portavoz de la Asociación de Banqueros de Suiza dijo que las 21 mil cuentas provienen de una lista elaborada por auditores independientes, que inspeccionaron los expedientes bancarios suizos durante tres años en búsqueda de fondos pertenecientes a víctimas del Holocausto.
Muchos de las cuentas pertenecerían a familias exterminadas por completo por la maquinaria nazi. En otros casos, podrían ser fondos desconocidos para familiares que pudieron sobrevivir o para sus sucesores.