Estaba ese jueves Genoud, quien se tomó el primer avión –luego del fallo de los fiscales- y se refugió en Mendoza. Pero el encono no estaba tanto contra los fiscales, sino contra Carlos “Chacho” Alvarez porque cree que muchos de los argumentos contenidos en la apelación fiscal son los mismos que utiliza el ex vicepresidente y enconado enemigo, en contertulios privados. El enojo había llegado a tanto que si no se iba a Mendoza, estaba dispuesto de ir a buscar a Alvarez a su propia casa y no para felicitarlo, precisamente. Pero, además, Genoud cree que está siendo víctima de un juego político a dos puntas. Por un lado, se cree perseguido por Alvarez, pero por el otro también considera que recibe dardos desde el peronismo para bajarlo de su candidatura a gobernador en el 2003, una plaza que también quiere disputar el procurador general Nicolas Becerra. Pero el jefe de los fiscales, conocedor o no del fallo –Freiler y Delgado aseguran que no consultaron con nadie ni siquiera con Germán “Chiquito” Moldes, fiscal de cámara- se encontraba en Panamá en su carácter de presidente mundial de la asociación que agrupa a los procuradores. En su entorno, sonríen y festejan su muñeca política.
hugo morales / dju
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