La formalidad se realizó en el edificio de la organización internacional en Nueva York, en ocasión del viaje del canciller a Estados Unidos, y así la Argentina se convirtió en el vigésimo octavo país en obligarse internacionalmente con el tratado que entrará en vigor cuando sesenta de los 139 países que firmaron el Estatuto lo ratifiquen.
El Estatuto de Roma además de crear la Corte Penal Internacional describe en un importante trabajo de codificación los delitos de lesa humanidad, y su estudio comenzó inmediatamente después de los juicios de Nuremberg y de la creación de las Naciones Unidas.
El principal obstáculo para su entrada en vigor es la oposición republicana en Estados Unidos, sobre todo del presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, Jesé Helms -también autor de la Ley Helms Burton, que sanciona a las empresas de cualquier origen que hagan negocios con Cuba-, con más poder desde la victoria de George W. Bus en las elecciones presidenciales. El ex presidente Bill Clinton, por el contrario, había producido un avance con la firma del Estatuto el último día del año pasado y antes de abandonar el poder.
Por otro lado, terminó ayer en Casablanca, Marruecos, el Tercer Seminario Regional sobre Justicia Internacional que organiza el Programa de Justicia Internacional de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) con el objetivo de alentar el uso de los mecanismos de jurisdicción universal y fortalecer las campañas regionales por el pronto establecimiento de la Corte Penal Internacional, que funcionará en forma permanente y sobre individuos, no sobre estados como hace la Corte Internacional de Justicia.
Al término del seminario, las organizaciones participantes suscribieron el "Llamamiento de Casablanca" en el que hacen un fuerte llamado a los Estados a ratificar el Estatuto de la CPI sin mayores dilaciones.
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