El pueblo lo absolvió

Un forcejeo, un disparo incierto, y la muerte de Gabriel Armella, de treinta años, el 31 de enero del año pasado. Estos fueron los hechos que motivaron el primer juicio por jurados de la provincia de Buenos Aires, donde los ciudadanos decidieron este jueves que el acusado no era culpable por el hecho que se le imputaba.

 

El imputado, Guillermo Barros, de 28 años, había ido a discutir con el fallecido que, a su vez, era la ex pareja de su hermana. Mientras convivieron, la mujer lo denunció en reiteradas ocasiones por violencia de género. Después de la separación, Armella fue a buscar a la mujer una vez más. Esto motivó el último encuentro entre los dos hombres.

 

Desde la defensa alegaron que mientras discutían, el arma que fue parte de la escena cayó al suelo; y cuando Armella la levantó, Barros logró doblar su mano, que terminó apuntando hacia Armella que, según entendieron los jurados, fue quien efectuó el disparo que terminó en la clavícula izquierda del fallecido.

 

Durante su declaración, el acusado demostró con un custodio de la Policía cómo fue el forcejeo que terminó con la vida de Armella, y afirmó que el fallecido “me quería matar o me iba a matar en mi propia casa porque estaba drogado. Nunca le quise hacer daño”.

 

La testigo Rocío Mareda, vecina de Barros, realizó una declaración que dejó el caso objetivamente a favor del imputado, ya que señaló que el arma fue llevada a la escena por Armella. Afirmó que presenció toda la secuencia y que el fallecido gritaba “¡Claudia, sacá a las nenas!”, dirigiéndose a quien fuera su ex pareja y hermana del ahora declarado no culpable.

 

Francisco Pont Vergés, el integrante del Tribunal Oral en lo Criminal 5 de San Martín, donde se desarrolló el proceso, señaló que “el hecho de ser jurado no sólo es una carga pública de los ciudadanos es también uno de sus privilegios y probablemente el aporte más trascendental que pueden hacer como ciudadanos a la cosa pública”.

 

“Ustedes han tomado su función con gran seriedad y responsabilidad y debo destacar la importancia de lo que ustedes han decidido no sólo para este caso, sino por la trascendencia histórica de este momento”, afirmó el magistrado cuando se terminó el debate.

 

“Quiero que se queden con estas palabras como sincero agradecimiento. Nuevamente, en nombre del pueblo, muchísimas gracias”, agregó finalmente el integrante del Tribunal, mientras los espactadores y jurados aplaudían la conclusión de este primer proceso histórico para la provincia de Buenos Aires.