WASHINGTON. Un juez de la Corte Suprema del Estado de Florida, Estados Unidos, que rechaza la constitucionalidad que sus colegas otorgaron a la silla eléctrica para aplicar la pena de muerte, publicó en la red informática Internet una foto de una ejecución y pidió a los ciudadanos que opinaran sobre ese método.Los visitantes del sitio fueron varios millones en pocas horas, a tal punto que la página colapsó y la foto fue sacada de la red.Leander Shaw Junior, el único magistrado negro de la Corte Suprema de Florida -que la semana pasada retomó las ejecuciones mediante la silla eléctrica, acusada por defensores de losderechos civiles de ser un método inhumano- adoptó la iniciativa como una forma de ganar adeptos a su cruzada contra esa forma de ejecución.Shaw colocó la foto de la ejecución de Allen Lee Davis, ocurrida el 8 de julio, en el sitio www.flcourts.org. Millones de personas vieron en la red cómo de la nariz de la persona condenada emanaba abundante sangre, y de inmediato decidieron enviar sus opiniones -mayoritariamente contrarias-hasta que el sistema no resistió y terminó paralizado.Después de aquella ejecución, la silla eléctrica fue suspendida hasta el 24 de setiembre, cuando la Corte decidió que ese instrumento utilizado para quitarle la vida a los condenados a la pena capital es "humano".Según la opinión mayoritaria del alto tribunal, Davis sangró porque la máscara de cuero que debía sujetarle la cabeza era demasiado estrecha para un hombte de su talla y unos 150 kilos de peso.La polémica sobre la silla eléctrica en Florida no parece acallarse: primero, porque era vieja e incendiaba la cabeza de los condenados; ahora, porque es nueva pero provoca hemorragias.La ejecución de Davis permitió estrenar unasilla flamante y pasar a archivo la anterior, que tenía nada menos que 76 años de uso y había sido macabramente bautizada "Old Sparky" ("vieja chispeante").Ese cambio de "instrumento de ejecución" redundó en la suspensión de la muerte de Thomas provenzano, cuyo proceso está siendo sometido ahora a revisión para determinar si el hombretiene las facultades mentales en orden. En la lista de ese singular patíbulo esperan turno Terry Melvin Sims, de 57 años, condenado por asesinar a un policía en 1977, y Anthony Braden Bryan, de 40, quien en 1983 mató a un vigilante nocturno. Desde la reinstauración de la pena de muerte en el Estado de Florida, 44 reos murieron sentados, con los brazos y piernas sujetos, y una descomunal cantidad de voltios corriéndoles porel cuerpo.