Balza esta imputado por los delitos de asociación ilícita, falsedad ideológica de documento público, falsificación de documento público y malversación de efectos del Estado.
El ex jefe militar, que al ingresar a los tribunales de Retiro se mostró "feliz" por presentarse a "despejar las dudas" respecto de su responsabilidad en la presunta entrega de armamento de la fuerza, que luego habría sido vendido a Ecuador y Croacia, mediante cuatro embarques detectados en el Puerto de Buenos Aires y Ezeiza.
Minutos antes de las 10:00 Balza -quien se mostró distendido- comenzó a ser indagado y la diligencia se prolongó, tras un breve receso durante toda la tarde.
Voceros cercanos a la causa confiaron al Diario Judicial que el ex hombre fuerte del Ejército inició un pormenorizado detalle de su gestión, a la vez que estimaron que la indagatoria se prolongará durante lo que resta de la semana.
Las fuentes también indicaron que la estrategia de Balza es despejar la comprometida situación en que se encuentra, debido a los testimonios obrantes en la causa que lo involucran.
Balza, quien ocupó la jefatura del Ejército durante el anterior gobierno y pasó a retiro la semana pasada, reiterará ante el magistrado los argumentos que reiteró públicamente, en el sentido que de su fuerza no falta material, y defenderá los convenios por los cuales fueron remitidos a Fabricaciones Militares cañones para su reparación, entregando armamento en desuso como pago por esos trabajos.
La entrega de ese material se concretó a través de la firma de un convenio que la fiscalía entiende fue utilizado como escudo para entregar el armamento que iba a ser vendido, en operaciones de triangulación, ya que los destinos finales no eran los que aparecían en los decretos.
Según las investigaciones realizadas por el fiscal federal Carlos Stornelli existe un faltante en el Ejército de material bélico que habría formado parte de los cargamentos detectados en las operaciones de venta a Ecuador y Croacia, utilizando como pantalla decreto que fueron refrendados por el gobierno anterior.
Entre ese material, que habría salido del país entre 1991 y 1995, se cuentan cañones de 155 milímetros Citer, y obuses de 105 milímetros de Oto Melara de fabricación italiana.
Balza no firmó el convenio con Fabricaciones Militares y en su lugar lo hizo el ex subjefe del Ejército Raúl Gómez Sabaini, quien esta semana fue indagado y defendió ese acuerdo, durante las dos jornadas en las que se extendió su declaración en la que debió responder a mas de un centenar de preguntas de la fiscalía.