El juez federal Juan José Galeano al igual que los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, consideraron a los ex policías, “partícipes necesarios” del ataque que sufrió la mutual judía el 18 de julio de 1994, que causó la muerte a 86 personas.
Según las constancias obrantes en la causa, Carlos A. Telleldín declaró que había entregado a los policías la camioneta Trafic que se usó como coche bomba en el atentado. Las esposas indicaron que “no hay certificación que señale que la camioneta les fue entregada a ellos, explicando que los acusados “no tenían trato entre sí y que se habían conocido estando en la prisión”.
Ribelli y los acusados reclamaron su excarcelación aduciendo que habían pasado por dos años de cárcel sin que se les impusiera condena, resultando estos pedidos rechazados por el juez Galeano y la Cámara Federal.