Mientras tanto, un avión militar chileno partió desde una base en Iquique con destino a Londres con el propósito de traer de regreso a su país a Pinochet, quien permaneció detenido durante quince meses, por un pedido del juez español Baltazar Garzón, a raíz de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen, que son investigadas por el magistrado peninsular.
A las 17.00 (14 hora argentina) vencía el plazo para la presentación de recursos ante el Ministerio del Interior, pero las versiones recogidas hoy por las agencias internacionales daban cuenta de que Straw no adoptaría una resolución inmediata al respecto. Se descontaba, sin embargo, que la decisión de la cartera favorecería las aspiraciones de Chile, de llevar de regreso a su país al militar octogenario que asumió la presidencia de facto de su pais en 1973, tras derrocar al gobierno socialista de Salvador Allende.
Precisamente la sobrina del fallecido mandatario, la novelista Isabel Allende, presentó horas antes de expirar el plazo un recurso contra la decisión de liberar a Pinochet, al sostener que "nada prueba que no esté en condiciones (físicas) de soportar un proceso en España".
La escritora señaló que el ex dictador "multiplica las declaraciones manuscritas completamente lúcidas dirigidas a sus partidarios, envió cientos de tarjetas de navidad firmadas por él, y afirma que desea más que nada volver a Chile para reanudar sus actividades de senador".
A su turno, Amnesty International, junto con otras tres organizaciones de los derechos humanos, presentaron también recursos cuestionando los informes sobre el estado de salud del ex mandatario y la intención de Straw de liberarlo.
Los organismos se opusieron "enérgicamente" a esa decisión y sostuvieron que el informe médico que el gobierno británico mantiene en secreto "podría no reflejar el verdadero estado del general". Así mismo, sostuvieron que la decisión de Straw en esta etapa del proceso de extradición entorpece el derecho de la Justicia española.
No se descartaba en Londres la posibilidad que Straw autorice a último momento que un grupo de forenses de la Corte británica analice el estado psíquico de Pinochet.