El juez Germán Páez Castañeda estudiará a partir de mañana las condiciones para que distintas actividades del club sigan funcionando.
El pasado lunes el estadio de All Boys fue clausurado por la quiebra que decreto el doctor Páez Castañeda a cargo del juzgado número 23, a raíz del pedido realizado por dos ex empleados del club, quienes habían iniciado un juicio laboral y le reclaman a la entidad la suma de 152 mil pesos.
La entidad había comenzado a afrontar el pago de ese compromiso en cuotas pero ante el incumplimiento el juez decretó la quiebra.
También desde el juzgado se dio la orden para que las fajas de clausura cierren la sede social, donde se desarrollan una serie de actividades que ya fueron tercerizadas por el club. El manejo de las inferiores, la explotación de la pileta o de la confitería del club se encuentran en manos de empresas que ya han adelantado dinero y se verían perjudicados en caso de no poder continuar con la gestión.
Mañana el juzgado tratará el pedido de autorización para poder jugar el próximo sábado frente al club Temperley. Como el club de Floresta juega de visitante, la clausura del estadio no seria impedimento. Lo que complica la decisión, es que según las disposiciones actuales del a AFA en los torneos de ascenso el total de la recaudación va para la tesorería del local. Pero la delicada posición en la tabla y la necesidad de cumplir compromisos con terceros llevarían al juez a acceder al pedido.
Mientras, el juez requirió todos los contratos de tercerización firmados por la actual administración de All Boys, con el temor que “La quiebra del club sea un cascaron donde lo demás no existe”. El club de Floresta no le abonó los salarios a los jugadores profesionales en los últimos cinco meses.
A la resonante quiebra de Racing Club, se le agrega una serie de entidades de las distintas divisiones de la AFA que atraviesan por una delicada situación económica. El listado incluye a la reciente fallida All Boys, Temperley, Talleres de Remedios de Escalda, Deportivo Español, Banfield y Belgrano.
Las penurias económicas de los clubes argentinos no son nuevas. En los antecedentes del sufrimiento aparecen varios casos.
Mientras las entidades afiliadas no pueden eludir a la crisis económica, la AFA no deja de hacer buenos negocios. Es que el fútbol es una de las principales fuentes de ingresos de la industria del entretenimiento, donde el deporte es uno de los segmentos más importantes.
De ahí la atracción de los inversionistas de intervenir directamente en el manejo del negocio. Los ingresos por televisión, la compra y venta de jugadores, el merchandising, los sponsors, y los negocios que habilita Internet despierta el interés de los grandes grupos de inversión como Exxel, a Hicks, a ISL. Lo que resta saber si el negocio incluirá a las instituciones más chicas como All Boys.