Naón comenzó a ser investigado a partir de publicaciones periodísticas que revelaron su abultado patrimonio y gastos suntuosos que no se ajustaban a su sueldo de funcionario estatal. Todo se inició cuando el ex funcionario organizó el festejo de su boda con una mujer norteamericana en Alaska y pagó el pasaje y la estadía a todos sus invitados. María Julia trató de defenderse ante los diputados que la interpelaron con el argumento de que suponía que lo había pagado el padre de la novia.
Pero en los haberes de Naón se detectaron también otros dos departamentos valuados por la DGI en $ 500.000 cada uno y un lujoso automóvil importada de una exclusiva marca alemana, cuyo valor de mercado oscila entre los $ 50 y 60.000 según el modelo y la versión, terrenos en Canuelas, provincia de Buenos Aires y acciones en la empresa Transportes y Servicio SA. Todo ello con un sueldo de $ 4.700 pesos en el INA y unos $ 400 como profesor en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Sin embargo cuando se allanó su departamento de Pacheco de Melo al 2.600 se descubrieron cuentas bancarias en el Chase Manhattan de Nueva York y en el Banco Mercantil de Venezuela, facturaciones de su empresa Transportes y Servicios al propio INA por unos $ 100.000 anuales en concepto de transporte de personal y otra a la empresa Soluciones Ecológicas -se supone que es una empresa fantasma- por transportar residuos patológicos. También se descubrieron contratos directos a consultoras privadas para un estudio de impacto ambiental en los aeropuertos por $ 5 millones.
La DGI, a su vez, investiga sino hubo infracciones a la ley penal tributaria. En sus declaraciones juradas, Naón declaro que su empresa tenía un valor patrimonial $ 80.000, ganancias anuales de $ 18.000 en 1995, $ 21.000 en 1996 y $ 10.000 en 1997. Como ingresos personales entre 1996 y 1997 declaró un sueldo en el INA de $ 1.700 y de $ 360 en la UBA.