"Algunas de las presentaciones en mi contra
ante el Consejo contienen una clara persecución ideológica"
Aunque su despacho quede vacío el lunes de la semana próxima, el juez federal
Adolfo Bagnasco prefiere guardar el misterio de cuando presentará su renuncia,
el día "D" de su anunciado alejamiento de la Justicia y su incorporación al
staff del estudio de su padrino, el ex ministro de la Corte Suprema Mariano
Cavagna Martinez. "La fecha cierta no está determinada", asegura intrigante,
haciendo gala del manejo con la prensa que lo caracterizó durante su gestión.
El tema le resulta más cómodo que hablar de su incorporación a la lista de candidatos
a diputados nacionales por el justicialismo de la provincia de Buenos Aires.
"Yo nunca he dicho que me voy a ir de acá para hacer política. Qué querés que
te diga, lo que va a pasar en diciembre", encara como aventando los
cuestionamientos que le formulan. Prefiere ratificar su identidad peronista,
y desde allí denunciar que desde el gobierno es perseguido política e ideológicamente.
Acusa a los diputados de la Alianza Atilio Tazzioli (Frepaso Córdoba) y Graciela
Ocaña (Frepaso Buenos Aires), a quienes no nombra, de ser "meramente oportunistas"
con sus pedidos de juicio político ante el Consejo de la Magistratura, y a la
viceministra del Interior, Nilda Garré, como funcionaria del actual gobierno,
de perseguirlo con su denuncia por presuntas irregularidades en la causa IBM-Banco
Nación sin haber leído el expediente. Aunque no lo menciona durante la entrevista
con Diariojudicial.com Bagnasco sospecha de enconos personales; junto con la
funcionaria trabaja su ex mujer. "O es una falta de seriedad, de profunda ignorancia
o es una persecución política".
La entrevista transcurre en su despacho del cuarto piso de los tribunales de
Retiro mientras el magistrado firma expedientes, y sólo es interrumpida por
la llegada sorpresiva del juez Jorge Urso, a quien acompaña el juez de la AMIA,
Juan José Galeano. El cronista sospecha que se trata de una cuestión importante
y prefiere hacer "mutis por el foro". Galeano recién vuelve de las vacaciones
y su nombre estuvo asociado, durante la ausencia, con un pedido ante la Cámara
Federal para hacerse cargo del juzgado de Bagnasco cuando éste renuncie. Después
de quince minutos a puertas cerradas el motivo de la breve reunión se conoce:
Galeano desmiente haber hecho esa gestión.
Hincha adoptivo de Lanús, cuando su padre trajinaba la justicia bonaerense,
Bagnasco exhibe con orgullo un lustrado trozo de tablón del viejo estadio "granate"
de la calle Arias, y en los estantes una fotografía con sus pares del fuero
federal. Por su juzgado desfilaron Videla, Suarez Mason, Massera, el "Tigre"
Acosta, la siniestra aristocracia del Proceso, pero también ex funcionarios
como Alderete, Cavallo, Maria Julia y la cúpula del Banco Nación.
Las causas emblemáticas tramitadas en su juzgado son su carta de presentación,
ahora que el Senado de los Estados Unidos se aboca a investigar el lavado de
dinero. "Nosotros fuimos los primeros que planteamos la cuestión del lavado
de dinero por hechos de corrupción", enfatiza y asegura que el tratamiento que
se dio a la investigación por el affaire IBM-Banco Nación se estudia en algunas
universidades de los Estados Unidos.
Con entusiasmo pontifica que las grandes potencias mundiales tienen que "asumir
un real compromiso" para investigar ese tipo de maniobras internacionales "porque
es muy difícil que se pueda hacer desde los países emergentes".
"No les pueden exigir a los países por los cuales circula el uno por ciento
del dinero mundial una absoluta transparencia, cuando ellos no colaboran con
esa transparencia. Hay que predicar con el ejemplo".
Durante la entrevista también habla de la "servilleta de Corach", explica por qué
invitó a su casamiento a un ex funcionario menemista que era investigado en
su juzgado, y reclama un tratamiento igualitario con el candidato a ocupar el
juzgado que dejó vacante Carlos Branca, Juan María Ramos Padilla, un ex magistrado
afiliado radical. "El mismo Consejo de la magistratura que me persigue a mí
ideológicamente, le toma examen y no hace ningún planteo previo porque pertenece
al gobierno actualmente en ejercicio", enfatiza.
Dju: ¿Ya tiene una fecha firme sobre su renuncia?
Adolfo Bagnasco: No, lo que existe es la voluntad, la idea de dar por
terminada la tarea del trabajo de juez. La fecha cierta no está determinada,
y la va a dar el giro normal del trabajo que se va desarrollando en el juzgado,
cuestiones de trámites, apelaciones, cosas que hacen que uno no pueda tener muy
claro cuándo se terminará la actividad como juez.
Lo que yo he hecho pública es mi convicción de ponerle punto final a mi trabajo
como juez. Manejé una fecha -entre marzo y mayo- entendiendo que entre esas
fechas yo podría tener concluidas las causas más importantes que se venían tramitando,
por lo menos en sede de primera instancia. Fecha cierta no tengo.
Dju: ¿Entonces no son ciertas las versiones que indicarían que su renuncia se
produciría entre el viernes de esta semana y la semana próxima?
AB: Puede ser, porque ya estaríamos en marzo. Yo dije entre marzo y mayo porque
iba a ir viendo como se desarrollaba el trabajo...
Dju: Usted le pidió a la Corte una auditoria. Ese reclamo ¿obedece a alguna cuestión
puntual referida a cómo quiere irse usted de la Justicia, o a los cuestionamientos
a su tarea surgidas en el Consejo de la Magistratura?
AB: El pedido es a los efectos de que la Corte, que es la titular de la superintendencia
sobre todos los juzgados, pueda tener una directa interpretación o visión de
lo que sucede en el juzgado mío. Esto no va en desmérito de la superintendencia
y de los controles que ejerce periódicamente la Cámara, y el control jurisdiccional
que se ejerce en las causas que son apeladas. Pero lo que yo estoy apelando,
y para eso existe el cuerpo de Auditores, es para que se aboque a ver y auditar
mi juzgado. Si uno se va y su superior tiene poder de superintendencia yo le
digo "venga a ver cómo está esto porque me voy, auditen mi juzgado a ver qué
encuentran".
El tema del Consejo de la Magistratura es absolutamente aparte, es otro órgano
de la Constitución que podrá y puede ejercer todos los controles que quiera
por su lado, por más que la Corte audite.
Las presentaciones últimas no me cabe dudas que son presentaciones meramente
oportunistas y algunas de ellas tienen una clara persecución ideológica, pero
de eso se hace cargo cada uno.
Dju: Pero ésta forma de irse de la Justicia, donde usted deja saber que se va
desarrollar una futura y eventual actividad política, ¿no da pie a este tipo
de cuestionamientos?.
AB: Es una persecución ideológica y punto -enfatiza-, no tiene otra cosa.
Hoy está concursando ante el Consejo de la Magistratura y con altas calificaciones
alguien que es afiliado radical y alguien que ha sido presentado como candidato
del partido Radical, y el mismo Consejo de la Magistratura que me persigue ideológicamente
a mi le toma examen a esa persona, y no hace ningún planteo previo, porque pertenece
al gobierno actualmente en ejercicio.
Dju: ¿Usted siente esa persecución ideológica con mas peso ahora?.
AB: No cabe ninguna duda. Si la viceministro del Interior actual (Nilda Garré)
me denuncia por causas que ya están vistas y sancionadas; y un diputado del
gobierno actual, a diez o veinte días de irme se acuerda que eso no está bien
cuando yo dije que era peronista hace más de seis años, entonces eso es una
persecución ideológica acá, en la China o en Cuba.
No sé que otra lectura darle, porque no es ningún dato nuevo lo que yo estoy
dando. El periodismo ya me lo ha preguntado y ya ha escrito hace siete años
de esto, de mi identidad política. Yo nunca he dicho que me voy a ir de acá
para hacer política.
Lo he dicho, lo he afirmado en una carta de lectores, con mi número de documento.
No se qué quieren que digan, qué haga una declaración jurada, cuando yo he dicho
que me voy a trabajar como abogado.
Dju: ¿Entonces se podría sostener que no le han ofrecido ninguna candidatura?.
AB: No tengo ninguna candidatura. ¿Qué querés que te diga, lo que va a
pasar en diciembre?. Vos me preguntas hoy qué voy hacer y yo te digo que me
voy, que me voy a laburar de abogado. Punto y final. Lo demás es imaginación
de quien escribe y de las cosas que digan los demás. En Ámbito Financiero hasta
el mismo Ruckauf dijo "nunca le ofrecí nada a Bagnasco". Dejemos de inventar... seamos
serios.
Dju: Para ser más precisos, ¿la persecución ideológica que usted siente la siente
sólo en el ámbito del Consejo de la Magistratura?.
AB: No. La viceministro del Interior, del ministerio político del Poder Ejecutivo,
me denunció por cosas que ya habían sido tratadas por la Justicia y que ya habían
sido sobreseídas, por causas penales que jamás vio y ni tomó conocimiento. Eso
o es una falta de seriedad, o una profunda ignorancia o es una persecución política.
No hay otra alternativa. En una causa como la de IBM-Banco Nación, que tiene
setenta cuerpos una señora que nunca vio nada se toma el tupé de hacerme un
pedido de juicio político a mí.
También por enriquecimiento ilícito, que ya ha sido tratado en primera instancia,
en la Cámara quedó sobreseído y quedó firme, por los mismos bienes, va y me
denuncia cuando no sabe ni siquiera qué es el enriquecimiento ilícito. Ignora
en qué consiste el delito, porque ella cree que es acumulación de dinero cuando
en realidad es cómo se obtiene el dinero. Ella me denuncia por enriquecimiento
ilícito y a la vez reconoce que son objeto de recepción por herencia. ¿Te dás
cuenta el nivel de ignorancia que tienen?.
Dju: ¿Usted siente que existe una presión similar sobre otros pares suyos de
la justicia Federal?
AB: No tengo la menor idea porque nosotros no hablamos de esas cosas.
Yo te hablo de lo que me pasa a mi. No tengo presión; tengo persecución.
Esos dos no me presionan a mí. Lo que digo es que intentan una clara persecución
y son hombres del gobierno.
Son absolutamente injustos porque yo digo ¿por qué no hacen lo mismo con gente
que está concursando y que tienen una notoria trayectoria política?. No creo
que haga falta que yo diga de quién estoy hablando...
Dju: Del ex juez Juan María Ramos Padilla...
AB: Exacto. No tengo absolutamente nada contra él; es más, celebro que sea un
hombre con convicciones políticas y sobre todo democráticas. Habla bien de él.
Lo que creo es que lo van a perseguir cuando asuma, si es que asume como juez,
o por lo menos tendrían que ponerlo en las mismas condiciones mías.
Dju: Con el procesamiento de Alderete surgió una fuerte crítica acerca de su
desempeño por parte de León Arslanian, quien fue ministro de Justicia de Ruckauf
y lo acusó a usted de hacer campaña política. ¿Cómo vé usted esa actitud?.
AB: Es obvio que lo haga, porque es su abogado defensor. Qué va a decir, cuando
a un abogado defensor le procesan a su cliente generalmente no dice cosas lindas.
Arslanian viene planteando que esto es una persecución política desde hace ocho
meses cuando lo detuve por primera vez y eso no es novedoso. Ahora deberá sentir
la persecución política por parte de la Cámara, porque el tribunal confirmó
la prisión preventiva que tenía por el procesamiento por defraudación. Veremos
si confirma el tema de la asociación ilícita. Esto es un tema absolutamente
judicial. Lo que pueda decir su abogado es típicamente una estrategia de la
defensa. Esto lo puede decir el doctor Arslanian como lo puede decir Juan Gómez.
Dju: Esta bien, pero esto lo dice quien fue ministro de Justicia de la Provincia
de Buenos Aires, el mismo escenario en que usted hipotéticamente piensa desarrollar
su actividad política. (Se habla que podrían ofrecerle el ministerio de Justicia).
AB: No, por el contrario. En lo personal yo tengo una muy buena relación con
el doctor Arslanian, pero esto no impide que cada uno cumpla con su rol: él
es un muy buen abogado defensor y yo soy un mero juez de primera instancia.
Dju: Perdone que insista. ¿No existe ningún ofrecimiento concreto para desempeñarse
en la actividad política, o algún deseo que usted tenga en ese aspecto?.
AB: No hablo de cosas futuras, porque sería como hablar del sexo de
los ángeles. Los deseos los hablo con el analista.
(Entran al despacho de Bagnasco Urso y Galeano. Se interrumpe la entrevista
durante quince minutos, y el diálogo se retoma cuando los otros dos jueces
abandonan el despacho en medio de bromas que delatan una cierta tensión)
Dju: Es buena la ocasión para preguntarle acerca de una versión que circuló
la semana pasada respecto de que Galeano le habría pedido a la Cámara federal
hacerse cargo de su juzgado. ¿Tiene alguna información sobre ese tema?.
AB: Si, la desmentida del doctor Galeano diciendo que él no pidió nada.
Es lo único que tengo. Eso lo decide el presidente de la Cámara. Es absolutamente
digitado, va quien quiere la Cámara que vaya...
Dju: Lo cambio de tema. ¿Usted cree que la creación de la Oficina Anticorrupción
ha sido un aporte para la Justicia?
AB: No soy yo quien para opinar. lo único que creo es que es una oficina del
Poder Ejecutivo, que trabaja dentro del Poder Ejecutivo y que hace las tareas
que el Poder Ejecutivo le indica. Después para qué sirve no soy yo quien para
determinarlo.
Dju: El primer reportaje que publicó Diariojudicial.com fue con usted. Este
último también podría significar un balance de su gestión en la justicia, ¿se
anima...?
AB: Difícilmente yo pueda hacer un balance de mi propia gestión como juez. Lo
que sí puedo hablar es de mi propia experiencia. De los veintisiete años que
tengo en la justicia, el de juez fue uno de los trabajos más lindos que me ha
tocado desempeñar, dónde más he aprendido y del cual me voy plenamente satisfecho
y sumamente agradecido.
Dju: ¿En algún momento dudó cuando tuvo que tomar una decisión en una causa de
esas que tienen gran trascendencia, como por ejemplo cuando tuvo que dictar
el procesamiento y la prisión preventiva de los jefes militares de la dictadura,
que no habían sido condenados a raíz de las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final?
AB: Siempre uno duda cuando tiene que procesar o tomar una medida final sobre
una instrucción. La duda es parte del ejercicio intelectual. No es una jactancia...
Dju: No es una "jactancia de los intelectuales", como dijo Aldo Rico
(risas)
AB: Es un ejercicio absolutamente válido y propio de la manifestación y de la
elaboración del pensamiento. Así que no solamente en esa causa sino en las causas
más chicas, cuando uno tiene que dictar un sobreseimiento o un procesamiento,
que son las medidas que causan estado como se dice, uno siempre las mira, las
perfecciona, las estudia y realiza las consultas con los secretarios y los fiscales.
Es parte del ejercicio de la Magistratura el dudar. La rigidez intelectual no
creo que sea una buena consejera.
Dju: ¿Y en el caso puntual de la causa por el plan sistemático para el robo de
bebes?.
AB: Este era un tema muy complejo donde se estaba dictando una jurisprudencia
absolutamente novedosa para la Argentina. Porque no solamente era abrir el juzgamiento
(los organismos denunciantes buscaron encuadrar a los militares en un delito
por el cual no habían sido juzgados, ni perdonados y que no había prescripto).
La responsabilidad mediata o indirecta nunca había sido aplicada en el Derecho
penal en este tipo de delitos, en la Argentina ésta era la primera vez que se
aplicaba. Por cierto el tema fue mucho más estudiado, mucho más profundizado
que cualquier otro.
En lo personal, aparte del enriquecimiento intelectual que me brindó esta causa,
me permitió la posibilidad de conocer una porción de la historia que se había
ocultado, y en base a la investigación que nosotros llevamos adelante se posibilitó
qué cosas que habían sucedido en la Argentina en la etapa reciente, pudieran
ser de dominio público. Esto me generó una amplia satisfacción, porque yo entiendo
justamente que el conocimiento de la verdad es lo que nos va a llevar a poder
superar instancias muy dolorosas. Mientras se oculte la verdad es muy difícil
de superarlas.
Dju: El antecedente inmediato en este tipo de procesos fue el Juicio a las Juntas,
por parte de la Cámara Federal, que contó con una mayor infraestructura.
AB: Pero esa era la primera vez que se investigaba. Nosotros contamos con la
ventaja de que ya había pasado mucho tiempo, y muchos elementos de juicio o
de prueba habían sido agregados a otros expedientes que pudimos certificar.
Muchos miedos habían caído, entonces la gente se animaba a hablar. Acá tuvimos
testimonios que fueron absolutamente inéditos en el expediente, era la primera
vez que se decían algunas cosas. Eso colaboró con que nosotros pudiéramos seguir
investigando.
Dju: El tema puntual de la causa era distinto, ya que si bien hablaba de la
represión y la dictadura apuntaba a la desaparición de criaturas que ni siquiera
habían conocido a sus padres y que nunca conocieron a sus familias de origen.
AB: Si. Es un tema tremendamente conmovedor desde lo humano, pero esto se inscribió
junto con otros trabajos que habían hecho otros colegas puntualmente investigando
cada caso y hoy llegamos a la realidad que nos da el año 2001.
Dju: ¿La causa IBM-Banco Nación es otra de las causas, digamos, emblemáticas
de su juzgado?.
AB: ...Y cada día lo va a ser más, porque va a ser como un hecho de estudio
en algunas universidades de los Estados Unidos. Se van viendo derivaciones de
lo que es el lavado de dinero. Estábamos acostumbrados a hablar del lavado
de dinero del narcotráfico, y nosotros fuimos los primeros que planteamos la
cuestión del lavado de dinero por hechos de corrupción; la circulación monetaria
por pago de corrupción.
Es muy difícil investigar este tipo de delitos si no existe un nivel de cooperación
internacional. Y el nivel de cooperación internacional tiene que estar dado
por el compromiso real que asuman en estos casos las máximas potencias mundiales.
Va a ser muy difícil que desde los países emergentes se pueda investigar esto.
Dju: Usted tuvo una importante colaboración de la Justicia Suiza y de Luxemburgo,
pero muy poca colaboración de la Justicia de los Estados Unidos...
AB: Tuve una colaboración que se tornó a veces dificultosa. Después terminaron,
en alguna medida, colaborando, pero les costó mucho entender el tema.
Dju: A tal punto que usted estuvo reclamando mucho tiempo indagar a los directivos
de la casa matriz de IBM y le terminaron concediendo que lo hicieran como testigos...
AB: Entre otras cosas. También en la demora por la información bancaria,
porque lo tomaban como un caso más. Nunca se involucró ningún órgano del gobierno
de los Estados Unidos en una real investigación. El único que se involucró fue
la SEC. (Security Exchange Comission, un organismo que investiga las operaciones
financieras norteamericanas) que tomó una medida sancionatoria o de multa ante
IBM-Casa Matriz, pero el Estado nunca avanzó. Los fiscales que empezaron a trabajar
junto con nosotros en el Estado de Nueva York nunca avanzaron.
Dju: ¿Qué siente ahora que el informe de la comisión del Senado podría develar
parte de la ruta del lavado del dinero pagado por IBM?
AB: No sé qué sabrán ellos, si han tenido acceso a la información que a nosotros
nos negaron. Si tienen la misma información que nos negaron, si tienen la misma información
que nosotros, o es más de lo mismo. Si tienen una información real, o que a nosotros
nos negaron oportunamente, ojalá podamos cruzarla.
Dju: ¿Ese puede ser un ejemplo de la decisión de las potencias de la que usted
habla?
AB: Creo que las potencias que tienen responsabilidad mundial desde un punto
de vista diferente, en este caso hablamos de un punto de vista financiero, tienen
que ser sinceros en esto. No pueden exigir a países en los cuales circula el
uno por ciento del dinero mundial una absoluta transparencia cuando ellos no
colaboran con la transparencia. Para eso hay que predicar con el ejemplo.
Dju: Después de su retiro el juzgado va a quedar con una causa en la que el
gobierno pide que se investigue el lavado de dinero, siempre y cuando la impulse
la fiscalía.
AB: Ni siquiera requirió el fiscal. Lo que plantea el Senado (norteamericano)
eran tres casos argentinos, y los tres ya estaban con fuerte investigación jurisdiccional.
No plantean nada nuevo. Entonces habría que ver si los fiscales no determinan
la incompetencia y directamente remitirlo a cada uno de los juzgados que ya
estaban investigando.
El Cartel de Juárez ya tiene más de un año de investigación. El tema del Banco
República mas de dos años y la causa IBM-Banco Nación sigue su curso. No dijeron
nada nuevo. No hay nada nuevo. La Procuración del Tesoro no agrega nada, trae
diarios y partes del informe de la Subcomisión del Senado.
Dju: ¿Le hubiera gustado investigar el lavado de dinero?
AB: Yo no elijo las causas.
Dju: El tema es reiterativo, pero la famosa denuncia de Domingo Cavallo respecto
de la servilleta de Corach ¿puede repetirse respecto de la independencia de la
Justicia, a partir de la alternancia política?.
AB: Eso depende de la malidicencia de los políticos. Cuando uno tiene
una disposición en contrario puede decir cualquier cosa. La cuestión es que
se de y se pruebe en los hechos materiales. Acá nadie ha probado que la servilleta
realmente existiera y que esto fuera así.
Yo he dicho mi pensamiento político y nadie me ha podido probar que yo he actuado
en consecuencia con ese pensamiento político o he privilegiado a unos en detrimento
de otros. De eso depende la honestidad. Ahora si en política no vamos a
tener honestidad, entonces no exijamos lo que no podemos provocar nosotros.
Si nosotros caemos en el simplismo de la acusación mediática, porque eso nos
trae a un reportaje, atengámonos a las consecuencias de eso. Alguna vez alguien
va a tener que ser medianamente serio. Yo no catalogo ni circunscribo a toda
la gente, porque esto sería un facilismo y un atentado a las instituciones.
Acá se habla mucho pero hay que comprometerse. Sin democracia, sin partidos
políticos y sin instituciones no se puede vivir. ya hemos tenido muchos años
de dictadura, entonces sepamos construir entre todos mejores instituciones,
con aportes e inteligencia; no con meras acusaciones.
Eso nos hace poner en las primeras páginas de los diarios y después se envuelven
los huevos con esa página. Como en el caso actual de algunos intolerantes, éstas
son algunas de las mentiras que se dicen y que después quedan en la nada.
Dju: Una última pregunta, ¿Usted está arrepentido de haber invitado a su casamiento
al ex secretario de Transporte Armando Canosa, quien estaba implicado en una
causa en su juzgado?
AB: No, porque entre nosotros no hay una amistad manifiesta; el casamiento fue
un hecho social y la causa en ese momento la tenía el fiscal para su investigación.
La causa no empezó hace dos semanas sino que tiene tres años. Técnicamente una
persona está incluida en una causa penal cuando se la indaga y Canosa no había
sido indagado. Además, tal como lo señala la Constitución toda persona es inocente
hasta que se pruebe lo contrario. Este es un acto de intolerancia, de persecución,
de gorilismo. Así nos fue durante el proceso militar.