Irá en los próximos días una denuncia que
planteará Fedecámaras contra la Superintendencia de Salud del ministerio respectivo. Es una larga historia que se origina en las permanentes trenzas de sindicalistas y funcionarios pero
que tiene su comienzo más inmediato cuando Raul Amín, un ex ladero de José Rodriguez, el "pesado" dirigente del Smata, se peleó con su ex jefe de los mecánicos. En ese momento, debido
a sus cercanías con el menemista Lingieri al frente del ANSSAL (Administración Nacional de las Obras Sociales) fue beneficiado con una adjudicación de obra social que se encontraba en
trámite al cambio de gobierno. Para ello, Amín había negociado con Rubén Manusovich de Fedecámaras que agrupa a los pequeños
y medianos comerciantes, quienes venían pidiendo su propia mutual desde hace 10 años. Con la asunción de Rubén Cano a la superintendencia de Salud, se le pide a Fedecámaras y esta
acepta que se incorporen a los monotributistas. Dicha federación agrupa a unos 700.000 pequeños comerciantes y el marco es el ideal tanto para quienes quieren darle obra social
como para el gobierno que quiere incorporarlos al sistema retributivo. Pero la sorpresa de Amorin, quien había designado al frente de Fedecamaras a un contador amigo de apellido Amoretti, es que cuando va a notificarse de la resolución
aprobando el trámite se anoticia que Manusovich ya había hecho cambio de autoridades y se había colocado él mismo como presidente. Fue tanto el revuelo que armó Amorín -hubo golpes
que terminaron con Manusovich por el piso- que Cano decidió postergar la resolución. Ahora, Manusovich dice sentirse perjudicado y acudirá a la Justicia.-
hugo morales / dju
Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.